baby steps :: jikook

O7: ¿Acaso nos persigues?

-Oh, Kook. ¿Puedes perdonarme?

JungKook amaba a MinKyung, pero a veces simplemente no podía mantener la boca cerrada.

-No quise hacerlo, ¿de acuerdo?

-¡Ahora creerá cosas raras!

Le contó sobre el dibujo de aquella vez y, antes de poder defenderse, la risa del adulto se coló por sus oídos y al terminar su pequeña carcajada, sonrió mientras hablaba.

"-¿Ah, sí? Eso es muy lindo, debes de dibujar muy bien como para que ella me reconociera.

-No es a-

-¡Dibuja excelente! -le interrumpió brutalmente y sonrió orgullosa-. Incluso ha estado en concursos escolares, ¡Jeon JungKook es el mejor!

-Siendo así el caso, me gustaría mirar mi retrato".

Después de aquello y con la cara totalmente roja de oreja a oreja, se despidió sutilmente arrastrando a su molesta amiga consigo. Ha de admitir que no fue la gran cosa como para estar enfadado, en realidad, se encontraba avergonzado. Seguro Jimin pensaría que es raro que un chico que a penas conoce le haya dibujado.

-No lo creo -contestó la chica algo cansada, cruzó los brazos tratando de cubrirse del viento nocturno, la fiesta se encontraba a un lado de ellos, JungKook quería ir a casa y ella lo sabía-, ¿tienes cómo irte?

-Tomaré un taxi o caminaré hasta la estación.

-¿Seguro? ¿No quieres que le pida a NamJoon que venga por nosotros?

-No quiero que te vayas por mi culpa -comentó una vez de haber llegado a la banqueta que dividía la ciudad con la playa. Minkyung asintió-, nos vemos en la escuela. Lo siento por irme.

MinKyung sonrió con cariño- No te preocupes, yo también lo siento.

La noche no era tan fría, sin embargo, no estaba en sus planes quitarse el abrigo color negro que traía encima. Con ojos cansados, revisó su móvil para verificar la hora. 22:10 p.m. Bien, aún habría tiempo para no llegar tan tarde y que el gerente del edificio le regañara.

Miró a ambos lados de la calle para asegurarse de que ningún automóvil le atropellase y muriese como un idiota que no se fijó de ambos lados al cruzar. Cruzó la calle, caminó un rato hasta la próxima parada de autobuses y decidió ponerse los auriculares. En el proceso de des-enredarlos y colocarse uno de ellos en su oído izquierdo, una voz ya conocida se escuchó cerca, diciendo su nombre.

-Hola de nuevo -saludó Jimin mientras se colocaba a su lado y de su espalda, colgaba una cansada Sarang con ojitos cerrados y manos aferradas al cuello de su padre.

-Hola -saludó sorprendido.

-Nos sentimos acosados, ¿acaso nos persigues? -preguntó el adulto con una gran sonrisa y ojos divertidos, JungKook le miró temeroso y negó varias veces, Jimin volvió a reír.

-¡No, no, no! -continuó con su negación y sacudió ambas manos, eso aumentó más la risa del contrario y JungKook comenzaba a enfadarse, ¿tan ridículo era como para que se riese tanto?

-Sólo bromeo, Kookie -sonrió por última vez antes de acomodar a su pequeña hija sobre su espalda, miró la calle esperando por e autobus.

Quedaron en silencio un buen rato, el estudiante movía los pies, nervioso, mientras el sonido de la tranquila respiración de Sarang hacía de canción de fondo.

-¿Tan pronto te has ido de a fiesta?

-No soy totalmente fan de ellas -respondió con una mueca y Jimin asintió.