Al otro día Elizabeth no llegó por la mañana, ni al día siguiente, ni al siguiente, tampoco estaba en la plaza… Ella ya no estaba… Al cuarto día de haberla visto por última vez, iba en camino a entregar una pizza a una casa, alguien abrió la puerta, era Elizabeth. Me dijo que entrara, tenía que hablar algo importante conmigo.
-Recordarás lo que pasó la última vez que nos vimos… yo quisiera preguntarte si… ¿si podríamos volver a los de antes?
-¿A qué te refieres?, no lo entiendo…
-Hacer como si aquello no hubiese pasado…
-Pero ¿por qué?- entonces ella me lanzó una mirada intimidante y amenazadora- … está bien, todo con tal que me prometas algo.
-¿Qué cosa?
-Que jamás te irás de mi lado, júrame que no me dejarás solo…
-Es por eso, porque no quiero dejarte, que quiero que volvamos a lo de antes…
Luego me fui, sólo fue por un momento, debía volver al trabajo.
El tiempo pasó y seguíamos como antes, todo era maravilloso, aunque yo deseaba que Elizabeth se convenciera a si misma que los dos podríamos ser felices.
Ya habían pasado siete meses desde finales de Diciembre y todo iba bien, amaba a Elizabeth, y cada día me enamoraba más de ella, pero ella no podía aceptarlo, ¿qué podía hacer entonces?, nada, no podía obligarla a nada.
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La joven del listón azul
RomanceEl protagonista de esta historia es un joven solitario que por casualidad conoce al amor de su vida, quien cambiará su vida totalmente, incluso desde antes de lo que él recordaba. A lo largo de la historia se presentan situaciones cómicas y hasta a...