La joven del listón azul

Te olvidé

Desde mi habitación oí que mi padre hablaba con Elizabeth, pero no alcanzaba a oír qué era lo que hablaban, pero ya sabía de qué se trataba. Elizabeth golpeó a la puerta de mi habitación, pero no le abrí, cerré con pestillo para que nadie entrara.

-Leonardo, abre la puerta, por favor...

-No... ya no puedo...

-¿De qué hablas?

-Me cansé de que siempre tú estés en el centro de todo...

-Si eso es lo que quieres... adiós...

Después no me habló más. En parte sé que había dicho algo malo, creo que era como si deseara que ella no hubiera existido para mí.

En poco tiempo me había hecho de un mundo en el cual Elizabeth era el centro de todo lo que me ocurría, pero no me daba cuenta.

Días pasaron y no podía entender en lo que me había metido, algo era diferente si, Elizabeth no se veía en la casa. Me dirigía la habitación de Elizabeth, sus cosas no estaban, luego fui a la habitación-taller donde Elizabeth pintaba, no había nada, excepto una pintura en medio de la habitación, estaba tapada. La destapé, era una pintura de nosotros... me dio la curiosidad de mirar a tras de la pintura, había una carta y la leí. Decía lo siguiente.

"Leonardo Cortés

Si lo nuestro en verdad te importó, sólo un poco, nos vemos en la plaza..."

Y nada más...

Llamé a papá y dijo que Elizabeth se había ido hace tres días. Sabía que era tarde, pero corrí a la plaza. Por mi mente pasaban muchas cosas, todo lo que habíamos vivido juntos. Aún amaba a Elizabeth, no quería perderla. Iba corriendo, me dirigía a la plaza, estaba a punto de llegar y vi que Elizabeth se marchaba, y ella se alejó tan rápido que el viento sacó de su cabello el listón azul que lo adornaba, dejando atrás mi recuerdo y mis esperanzas de que formáramos una vida juntos, corrí tras ella, cuando creí que la alcanzaría perdí el conocimiento, no sé qué ocurrió, me sentía liviano, como en las nubes y empecé a desarrollar en mi mente visiones de algo extraño, la vida de otras personas, era un rarísimo sueño que duró bastante, la verdad es algo que no pude olvidar y lo recuerdo todo al pie de la letra.