Gusto en conocerte

50 1 0
                                    

Tomé el autobús y me senté a lado de la ventana, luego un sujeto se sentó a mí lado, un hombre que se me hacía familiar. Él contemplaba la fotografía de una muchacha, con gorro, cabello corto oscuro y ojos cafés. Me preguntó si alguna vez la había visto, le contesté que no. Este hombre se parecía muchísimo a Francky, demasiado yo diría, pero no le presté mucha atención.

Luego miré por la ventana del autobús y vi a una persona que me dejó con un temor. Yo dije pensando en voz alta "Laura", aquel tipo me miró extrañado. Después se dio cuenta de la persona a la cual yo estaba mirando y se apresuró a bajarse del autobús e ir tras ella. Antes de que se bajara, no sé por qué, le grité "¡Francky se feliz con ella, por siempre y para siempre!". La gente que estaba en el autobús me miró como un bicho raro, pero él me sonrió como agradeciéndome. Él se dirigió hasta ella, pero ella lo rechazaba, él la abrazó. Un miedo se apoderó de mí, creía que algo fatal podría ocurrir, pero me tranquilicé cuando vi que ella se arrojó a sus brazos y lo besó.

Ya estaba a punto de llegar a casa de mi madre. Me paré frente a la puerta y estaba a punto de tocar cuando unos recuerdo se vinieron a mi mente "Hola, ¿cómo estás?, me presento soy Leonardo Cortés... Volveremos a jugar... ¿Por qué no vienes a vivir conmigo?..." y un montón de cosas más que no recuerdo, pero algo raro sentí, como un fuerte dolor en el pecho, cerca del corazón o en él mismo.

Toqué a la puerta y abrió la pareja de mamá, entré para ver a mamá. Enseguida fijé la mirada en una bella pintura que mi madre tenía en la sala.

-Mamá, ¿de dónde has sacado esa pintura?

-Pues... no sé, hace algún tiempo que lleva aquí.

Entonces no podía apartar la mirada de aquella pintura, sabía que conocía quién la había hecho. Entonces lo recordé todo "Hola, Leonardo Cortés, soy Elizabeth Jhons..."

-Madre... ¿qué es de Elizabeth?- pregunté apresurado.

-No sé a qué te refieres hijo, nunca había escuchado ese nombre...- mamá mentía, se le veía en su nervioso rostro.

-¡Mientes, todos me mienten...!- salí corriendo de la casa, enojado, llorando, sonriendo, todas las emociones juntas, en realidad no sé qué sentía. La recordaba, la amaba, era mi vida entera.

Corrí hasta quedar sin aliento. Llegué hasta aquella plaza. Había una sola persona que se encontraba sentada en una de las bancas. Me acerqué a ella, me miró con miedo.

-Hola...- me encontraba cansado

-¿Quién... eres?

-Yo... soy Leonardo Cortés, gusto en conocerte.

La joven del listón azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora