25 - Despedida

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Todo transcurría normal en la base de la Nueva Guardia Infinity.

Todos en sus especialidades, todos en sus lugares.

—Reuniste los datos ¿Cierto?. —Pregunto Quinn a la científica que estuvo apoyando Avocato en las primeras etapas de la restauración.

—Absolutamente. —respondio emocionada la chica. —Reuni las características principales junto con el mecanismo. Todo para construir nuestra propia nave interuniversal.

Quinn estaba muy orgullosa. —Muy bien, entonces daré la orden para que desde mañana empiece la construcción y no se demore más el plan. —la jefa dio la vuelta y se dirigió al sector de ciencias. —Tu por supuesto, estarás encargada de todo.

La chica sonrió. Por fin estaría en un proyecto importante, por fin sería reconocida y eso le provocaba una felicidad que no podía describir.

Justo no muy lejos de la base, en la montaña donde habían ocurrido ciertos problemas, Gary y Avocato junto a Pequeño Cato se encontraban para despedir al ventrexiano de otro universo.

—Fue un gusto estar contigo una vez más, hijo. —Confeso Avocato.

—Tambien lo fue para mi papá. —Pequeño Cato se acercó para darle un muy fuerte abrazo. —Te voy a extrañar.

—Yo también.

Pequeño Cato se alejó, luego, la vista de Avocato se dirigió al chico que a leguas se podía notar su inseguridad en sus acciones.

Eso provocó su sonrisa, y abrió sus brazos para incitar a que lo despidiera con un abrazo también.

Nervioso, Gary se acercó y abrazo al ventrexiano, primero fue uno muy ligero, después, Avocato aumentó su fuerza y así fue como Gary termino por hacer lo mismo.

—¿Volverás? —susurro Gary.

Y justo era la pregunta que el esperaba.

—No lo sé. Yo... Espero que sí. —respondió sabiendo que la posibilidad del retorno era casi nula.

—Yo también... Espero que sí. —Gary se resistió sus ganas de llorar.

Después de eso, el chico se separó y se posiciono al lado de Pequeño Cato.

Con su brazo, Avocato se despidió por última vez y después de todo lo ocurrido, se subió a la nave.

—Hora de volver. —Se dijo a sí mismo.

Gary y Pequeño Cato comenzaron a alejarse, no intercambiaron palabras, era obvio que permanecían tristes.

Cuando la nave se encendió, los dos voltearon.

Observaron como se elevó algunos metros y después avanzó para desaparecer en el cielo de terranova.

Avocato se había ido.

Gary y Pequeño Cato, se miraron.

—Gracias por llamarme.

El chico sonrió —Gracias por venir, por un momento pensé que colgarlas.

—Si, bueno, es que tú tampoco te diste a entender mucho. —río un poco avergonzado.

—Lo se, no estaba muy bien... —el chico intento disimular su expresión por el mal recuerdo —¿Te irás tú también?.

Los dos comenzarán a bajar la montaña —Estoy un poco cansado para viajar... Supongo que me quedaré en un hotel y después me voy.

—¿En un hotel? —gary se enfado —¿Por qué no te quedas en el cuarto de Avocato?.

Pequeño Cato ni siquiera lo pensó —No... Ayer pude quedarme solo por el y por qué Quinn no estaba. —explico —No estoy registrado y si Quinn se entera, seguro me mata.

—Pues si te mata, va a tener que matarme a mi primero —lo tomo del hombro —Vienes conmigo por qué vienes conmigo.

Pequeño Cato sonrió —Si pasa algo, no digas que no te lo advertí.

Gary negó divertido —Si, como no.

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Avocato, con muchas dificultades, un aterrizaje nada perfecto y muy lejos de su lugar de destino, llegó después de casi más de una semana a su universo de origen.

La nave había quedado en medio de un bosque. No estaba destrozada, pero si se había quedado sin energía.

Gracias a eso, tuvo que caminar dos largas horas, pero a pesar de eso, logro llegar a donde él vivía y pertenecía.

La residencia de la líder y la revolucionaria Quinn Argon.

El ventrexiano llegó a la entrada que era vigilada por soldados y un guardia de registro.

—Hol...

—¿Avocato? —pregunto el guardia confundido.

—Si... Larga historia.

El guardia desconfiado, lo vio por segundos y después abrió la puerta.

—Bienvenido de vuelta, Avocato. —sonrio.

El ventrexiano suspiró aliviado y entro.

Apenas comenzó Avocato a alejarse, el guardia apretó un botón de su sala de comandos y luego hablo por el intercomunicador.

—Hablenle a la líder, inicien el código A-1.

El ventrexiano, con una mezcla de felicidad y emoción, llegó a la puerta y puso su córnea para tener acceso, pero para su sorpresa, estaba denegada.

Lo intento otra vez y el resultado fue el mismo.

El se extraño, tuvo que limitarse a tocar el arcaico timbre.

Estuvo 5 minutos ahí.

Se estaba desesperando, esa no era necesariamente lo que esperaba.

Iba a regresar a la primera entrada pero la puerta se abrió.

—A... Avocato. —Quinn lo vio de pies a cabeza.

—Amor... Ahí estás —Avocato se lanzo hacia ella y la abrazo con todas sus fuerzas.

—Si... Aquí estoy.

Avocato se separó un poco, pues estaba dispuesto a darle un beso.

—No vas a creer lo que pasó... Yo...

Quinn puso una inyección en su brazo y luego tomo a Avocato en sus brazos.

—Cuentamelo todo cariño...

Avocato comenzó a tener su vista nublada y después, termino por desvanecerse.

—¡H.U.E! —grito Quinn.

En segundos, el hombre ya estaba ahí.

—Llevalo al interrogatorio. Con esto que pasó, no podemos simplemente confiarnos.

—Por supuesto Quinn —respondio obedeciendo a la lider.

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Holis UwU.

Bueno, tengo que admitir que yo tampoco esperaba ese regreso para Avocato.

Pobre del ventrexiano.

¿Creen que vaya a regresar?.

Esperen la próxima actualización UwU.

Bai.

Hasta El Último Día II: Ecos Y Ruidos (Gary x Avocato): Capítulo 25 (39), Temporada 2.

Ecos Y Ruidos (Gary x Avocato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora