Ecos Y Ruidos (Gary x Avocato)

37 - Pensamiento

Universo A-10

Avocato se encontraba en el baño frente al espejo.

Sabia reconocer que su aspecto había cambiado.

Se veía cansado, tal vez un poco más delgado.

Tallo sus ojos, pasó sus manos por todo su rostro y después suspiro.

Por qué suspirar, era por lo menos un alivio temporal a todo su estrés.

Y es que, cuando Quinn le dijo que lo requeriría el triple de veces, pensó "Será demasiado".

Pero triple y demasiado se quedaban cortos en comparación a todo lo que hizo.

Tal vez todo sería más llevadero si no utilizará ese ridículo traje que lo escondía de todos.

Tal vez todo sería más llevadero si en verdad le gustará lo que ahora hacia.

Tal vez todo hubiera sido más llevadero si Gary no apareciera a cada rato en su maldita mente.

Con esa sonrisa, con ese cabello, con esos ojos.

Avocato, en cada oportunidad que tuvo. Quiso visitarlo.

Lo trato justo como hace exactamente dos semanas, pero con cada término de nueva tarea, Quinn estaba listo para asignarle otra y otra y otra.

Una detrás de una.

Claramente no eran tareas que de repente se le ocurrían a la chica.

No.

El ventrexiano incluso sospechaba que tenía toda una carpeta organizada de todas las tareas que tendría que cumplir e imaginaba que las eliminaba conforme Avocato terminaba.

Y ahora, estaba frente al espejo del baño.

Sonriendo por qué según el, había terminado todo.

Y pensaba.

—¿Que podría decirle?... ¿Tengo que ir a la base?... ¿Quiero ir a distraerme?...

O simplemente desaparecerse como antes lo hacía.

Incluso antes de que una Quinn que no era de su dimensión se atravesara en su vida y le hiciera ver cosas que nunca creería ver en tantos años consciente.

Tal vez, desaparecerse era le mejor opción.

Asintió.

Volvió a suspirar y salió del baño para dirigirse a la cueva donde guardaba aquella nave que le permitía visitar a su hijo y a su amigo.

Y no tardó más de 20 segundos afuera del baño para que la chica lo encontrará.

—¡Avocato!, Te estaba buscando.

El ventrexiano ahogó su grito y cerró su puño. —Si, aquí estoy.

La chica se acercó. Fue ahí cuando Avocato decidió voltear para verla a la cara.

—Necesito que vayas a la Biblioteca de la base para que revises y compares esta información. —Quinn le entrego un pequeño dispositivo.

—¿Hoy?. —El ventrexiano lo recibió.

La chica río negando. —¿Como me preguntas eso? Por supuesto que hoy.

Avocato se indignó —Es que... Pensé que había acabado de hacer todo.

Quinn abrió exageradamente los ojos —Avocato... —ahora se escuchaba enfadada. —Crei que te había dicho que íbamos a tener mucho trabajo. ¿Como es que crees que has acabado hoy entonces?. No te hagas el chistoso y has lo que te estoy diciendo.