Capítulo 7

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— Habla – gruñe Vania cuando todas nos sentamos en la mesa de la cafetería.

Mina y yo nos señalamos mutuamente, esperando que la otra comience. Es la hora del almuerzo del sábado, pero las chicas no quisieron esperar al lunes por los detalles.

— Creo que Ana debería iniciar – insiste Mina – Háblales del otro chico.

— ¿Cuál chico? – pregunta Regina – ¿El bombón de cabello castaño?

Mina asiente y todas me miran. Mierda. Pero tal vez siga necesitando su ayuda, así que lo mejor es que sepan.

— No me interesa Elliot, sino Christian, su mejor amigo.

Espero un segundo para evaluar sus reacciones, como no dicen nada, continuo.

— Elliot es guapo, si, y sexy.

— Muy sexy... – balbucea Mina.

— Pero no hay nada detrás de su bello exterior. En cambio Christian... – suspiro sólo de recordarlo – Es guapo, es listo, muy divertido y me fascinan sus expresivos ojos grises.

— Uy, alguien suena como enamorada – se ríe Lindsay.

— Bueno, no sé aún si enamorada es la palabra correcta, pero me gusta mucho y siento estas ganas inmensas de volver a verlo. Y besarlo.

— ¿Besarlo? ¿Ya lo besaste y todo lo demás? – pregunta Regina.

— Solo besarlo, realmente no llegamos a nada más, porque "alguien" salió a toda prisa del departamento.

Ahora todos los ojos se posan de vuelta en Mina, quién se sonroja. Si querida, es tu turno y no sales bien librada de ésto.

— ¿Cómo? ¿Dónde estabas tú? – le preguntan.

— ¡Yo...! – balbucea – ¡Lo hice por Ana!

— ¿Hiciste qué? – Vania arquea su ceja.

— Como que... Me acosté con él – Ella se sonroja completamente – ¡Es que es tan lindo! ¡Y uf, qué cuerpo!

— ¿Y ahora vas a salir con él?

— No.

— ¿Por qué no? – Insiste Lindsay.

— ¡Es un mujeriego! ¡Esos no salen dos veces con la misma chica!

Presiono mis labios mientras escucho la conversación. Creo que estoy más confundida ahora de lo que estaba ayer.

— ¿Y estuvo bueno? – pregunta Regina.

— Muy bueno – Mina sonríe – Vale la pena dejarse quemar.

Todas sueltan una risa divertida, excepto yo, que sigo pensando en la forma de acercarme a Christian y evitar a Elliot al mismo tiempo. A menos que...

— Tengo un problema – dejan de reír y me miran – Quiero acercarme a Christian, pero por el momento eso incluye a Elliot.

— ¡Qué pesado! – se queja Regina.

— ¡Qué divertido! – chilla Lindsay – ¡Cuánto drama! ¡Amo el drama!

— En ese caso, señorita Drama On – la señalo – Tú vendrás conmigo a The Búnker Club, si Elliot y Christian aparecen, tú te encargas de Elliot.

— ¿Encargarme? ¿Cómo en...?

— Mantenerlo ocupado para que yo pueda platicar con Christian sin las interrupciones de Elliot. De la forma en que te sea posible.

— Mierda... ¿Esta noche? ¡Necesito un outfit para la ocasión!

— ¡Te ayudo! – grita Regina.

— ¿Ustedes vienen? – les pregunto a Vania y Mina.

— Yo paso, necesito una noche tranquila – sonríe Mina.

— No te preocupes, Regi y yo ayudaremos a Lindsay. Ve a tu departamento, relájate, depilate, has lo que sea necesario y el lunes nos cuentas.

— Bien – me río – Creo que necesito algo de lencería sexy para el maestro.

Sus caras confundidas me hacen reaccionar. Mierda. ¿No dije que era maestro? Ese chico es toda una fantasía.

Jamás había estado tan ansiosa como ahora, que estoy lista y esperando el taxi para ir al club. Lindsay acaba de llegar, así que lo único que debo hacer al entrar es ubicarla y comenzar a beber.

— ¿Ansiosa? – le pregunto cuando por fin me siento frente a ella.

— Mucho, pero también estoy muy emocionada.

— ¿Ya ordenaste las bebidas? – Ella asiente – ¿Qué pediste?

— Bueno, me agrada la idea del tequila y pedí unas palomas.

— Bien. ¿Alguna novedad en la barra?

— No.

No sé si es que llegamos temprano o ellos vienen tarde, pero cuando finalmente aparecen, Lindsay y yo ya vamos en la cuarta ronda.

— Ahí están – dice bajito – No voltees.

— ¿Y como mierda se supone que los vea si no puedo girar? – Lind ríe.

— No es necesario, vienen para acá.

Apenas termina de hacerlo, dos figuras se posicionan a un lado de nuestra mesa.

— Señoritas, buenas noches – ambas volteamos por el saludo del pelirrojo, pero estoy mirando solo a Christian – ¿Les importa si nos sentamos con ustedes?

— Por supuesto que no, adelante – señalo los lugares – Ella es mi amiga Lindsay, ellos son Elliot y Christian.

Cómo mi amiga está sentada en el puesto frente a mi, Elliot toma la silla de mi izquierda y su amigo rodea la mesa para sentarse a mi derecha.

— ¿Qué toman? – pregunta ojos grises.

— Tequila – sonrío mientras lo veo con detenimiento.

Lleva un saco en color azul oscuro que le sienta perfecto. Su barba luce tan suave como la recuerdo pero hoy no lleva los anteojos.

— No llevas anteojos – me inclino un poco para decirle.

— Creí que estorbaban – susurra y palmea el bolsillo de su saco.

Mierda. ¡Podría besarlo justo ahora! Pero el camarero se atraviesa en nuestra pequeña charla para dejar dos vasos de whisky en la mesa.

Platicamos un rato y nos reímos. Me alegra ver que Lindsay se siente en confianza porque significa que ella y Elliot podrían entenderse, pero luego él se inclina hacia mí y susurra.

— ¿Por qué no vamos al departamento? Estaríamos más cómodos allá.

Christian frunce el ceño, aunque no estoy segura de si alcanzó a escuchar algo. Me aparto para poder mirar a Elliot.

— Por supuesto, a Lindsay y a mí nos encantaría.

Ahora Elliot frunce el ceño y Christian sonríe. Tengo que presionar mis labios para no reírme de sus expresiones, pero el pelirrojo se levanta rápido de la silla y le pide la cuenta al camarero.

Le guiño un ojo a mi amiga, quién sonríe y se pone de pie, pero me detengo cuando miro los ojos grises entrecerrados a mi lado.

Me mira como si tratara de leer mi mente y por un momento creo que ha entendido mi plan, porque sonríe divertido. Extiende su mano hacia mi para ayudarme a levantar mientras empuja mi silla para apartarla.

— ¿Lista? – le pregunto a mi amiga mientras me aferro a su brazo.

— ¡Claro!

Caminamos con ellos hasta el auto de Elliot, quién conduce con el ceño fruncido y mirando de vez en cuando a su amigo.

Amigos + Beneficios (Versión Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora