Salgo de la carcel

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Me escabullí como un ratón atenta a cualquier movimiento que pudiera evitar mi huida. Le pedí a Lira que me encubriera mientras salía, la casa era enorme y me refiero a que tenía una enorme barda alrededor y una puerta gigantesca de madera por donde era la salida y entrada de los autos de mi tío, había una pequeña a lado pero presentía que no sería tan fácil salir. Mire a todos lados por sí había cámaras de seguridad, pero no, ya era una ventaja sólo tenía que cruzar el enorme jardín e ir a la puerta, pan comido. En unos minutos estaba frente a la puerta, estaba por dar saltitos de alegría cuando me di cuenta que la maldita puerta tenía un mil millón de candados, pareciera como si les robaran seguido o algo así había oído hablar de " mantén tu casa segura" pero esto era una exageración.
Nimodo tenía que salir, no se me ocurría nada hasta que le eche una ojeada a la barda ya que pensé. Era de piedra, puse mi pierna en una y me impulsé hacia arriba tratando de recordar como era escalar en los juegos del parque, no era igual, me fui impulsando hasta que llegue lo más arriba para ahora sólo bajar del lado contrario de la barda, estaba por hacerlo hasta que una tipo sirena me saco de mis sentidos haciendo que me cayera, me levanté como pude pero antes de que fuera más lejos un guardia me agarro por la espalda, me colgó en su hombro y me llevo directo a la jaula, otra vez.
- Oye!! Idiota déjame ir!!!- dije golpeando su espalda.
Me bajo una vez que ya estuvimos en medio del jardín, mi tía estaba parada junto a otro guardia mirándome como un pedazo de basura.
- No volverás a desobedecer ninguna orden más- Encierralá- dijo dirigiéndose al guardia que estaba a su lado.
Después me agarro del brazo y me metió en el cuartito sólo alcance a escuchar como cerraba con llave. Me senté en mi "cama" y no se me ocurrió otra cosa mejor que llorar y suplicar que alguien, otra persona de mi familia viniera y me sacara de aquí no podía esperar más a ser adulta.
Estaba pensando en ello cuando se abrió la puerta de golpe, era Lira que tenía unas llaves en la mano.
- Lo siento, me parece que la señora te tiene bien vigilada- bajo la mirada algo avergonzada- hice lo que pude pero..
- No te preocupes- la interrumpí- tampoco esperaba que funcionara- dije sin más, ella me miro sorprendida.
- Se va a rendir?- yo la mire de reojo- ah perdón.. Te vas a rendir?- me miro con aire esperanzado.
- Por ahora sólo debo pensar en un mejor plan, esta vez tal vez escaparme por la noche yo que se!- dije harta de pensar, me estaba desesperando de mi misma- Bueno al menos puedo comer- al mencionar la última palabra mi estómago hizo un ruido que si hubiera instrumentos sonaría una canción de Strar Wars, mire a Lira pero no falto palabra alguna.
- Ahora vuelvo le traeré algo de comer- quitarle su sofisticado leguaje me costaría trabajo.
Me quede sentada y mirando la foto de mis padres, pensando en ellos y en las posibilidades. Se que debería olvidarlos pero lamentablemente no puedo, no tan fácil como me gustaría. Pensaba en ellos cuando alguien o algo interrumpió mis pensamientos me parece que era un ruido que provenía del jardín no le hice mucho caso al principio puedo era ser cualquiera del personal de jardinería, pero luego se escucho más cerca, podía oír los pasos en la puerta de cuartito y que paraban exactamente frente a ella unos pies sentí como los escalofríos llegaban y recorrían mi cuerpo me quede completamente quieta, sólo esperando, la puerta fue forzada hasta abrirse ¿como? No quise saberlo, apareció de tras de ella una figura de alguien..es..forcé los ojos para ver mejor en la penumbra definitivamente ya era de noche.. Tobías!!! Corrí directamente hacia el y lo abrace, noté un olor que no era el suyo y OMG.
- Erick?! Qué haces aquí?? Cómo me encontraste yo..
- Hey.. Tenemos que salir de aquí de acuerdo? te sacare- Me miro directo a los ojos, creo que estaba soñando..

- Erick..escucha no puedo irme no hay manera ya lo he intentado y analizado cada parte de la casa y..

- No pensaras que he venido sólo o si? Vamos alguien te espera afuera- dijo señalando con la cabeza la parte exterior de la barda.
Agarré las pocas cosas que tenía y me acomode para trepar por segunda vez la barda, pude divisar a Lara sonriendo y despidiéndose con la mano desde abajo se lo respondí y le di las gracias con un murmullo, apoye mis pies y subí la barda hasta el tope, atrás de mi estaba Erick que me cuidaba la espalda y llevaba mi maleta no se cómo pero pude girar de manera que termine del otro lado y como la anterior vez sonó la maldita alarma..
- Rápido Sam.. Rápido- dijo Erick que apresuro el paso y yo también baje a la velocidad que me permitieron mis pies hasta tocar el suelo.
- Bien ahora rápido a la siguiente cuadra corre- dijo Erick quien después de mi toco el suelo y empezó a correr y yo detrás de el.
Pasamos a la siguiente cuadra a tiempo que los guardias salieron de la casa y los perdimos de vista, eso no quería decir que no encontrarán la forma de encontrarnos.

- ¿ y ahora que?- le pregunte desesperada.

Erick miro a todos lados como esperando a alguien que mágicamente apareciera en alguna dirección, empece a preocuparme cuando pude observar que un auto aparecía en la esquina de una cuadra a la izquierda.

- Sube, rápido- dijo Erick señalando la puerta abierta del asiento de atrás.

Lo mire con desconfianza, ¿ a dónde pensaba llevarme? ¿ y si era una trampa?

- Erick..

- sólo sube, por favor no tenemos mucho tiempo, te aseguro que no tienes nada que temer- dijo y su mirada me decía que era verdad, pero por otra parte desconfiaba de el.. Suele ser impulsivo.., suspire y entré al auto el cual avanzó a tiempo antes de que los guardias se percatarán de nuestra apresurada huida. Por otra parte.. Ya estábamos a salvo, volvería a casa..

Doblamos varias calles antes de llegar a lo que parecía un terreno abandonado y terroso, el auto se estacionó con gran estruendo que sentí como se agitó todo mi cuerpo, no me había fijado en la persona que maje a el auto pero por lo que veo.. era un salvaje.

- vamos Sam- dijo Erick bajando se del auto, yo lo seguí y me quede congelada...

- Tobías..- dije en un susurro y corrí hacia el. Lo abrace con todas mis fuerzas y pude sentir como sus manos me presionaba contra el.

- Estas bien- dijo en un susurro a mi oreja y oliendo mi cabello.

- Lo siento no debí decirte que te quedaras sólo.. Es que yo..

Me calló con un beso apresurado, pero intenso, puse sentir como el me había extrañado tanto como yo a el.

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