"En el susurro de su risa encontré melodía, y en sus ojos, un universo donde perderme sin miedo."
Entre los apagones que oscurecen nuestro camino, encontramos destellos de luz en el amor que florece entre nosotros."
Era sábado, me encontraba en mi cama cómoda y calentita, toda mi casa estaba en paz y silencio. Por la ventana de mi habitación el bello sol se asomaba, hoy además no tenía que enfrentarme al estrés para asistir al trabajo.
Aunque mis pensamientos siempre me repetían sobre que debía buscar un trabajo los fines de semana, esos pensamientos no me dejaban en paz, pues sabía bien que necesitaba ayudar más a mi madre. Cada día las cosas están más costosas y sobrevivir está siendo lo más difícil, o era buscar un trabajo o esperar que mi pasaporte llegará pronto para irme del país, lo tenía esperando hace un año y siempre que iba a sus oficinas me decían que no había material y que debía esperar; porque si una persona lo quería rápido debía pagar en dólares, eso era el colmo. Aunque, yo no quería ver la realidad aún de marcharme, y dejar a mi madre sola eso será lo más duro de todo. Pero tarde o temprano a todos nos toca salir y buscar mejores oportunidades.
Yo tenía el dinero guardado que mi madre ahorro vendiendo tortas y panes, y lo teníamos cambiado en dólares, todo de esa manera. Porque la moneda de Venezuela se devalúa con los días y no alcanza para nada.
Me causa tanto dolor ver como grandes profesionales se marchan para empezar de cero su vida, estando alejados de todo, olvidando todo por lo que les tocó trabajar por muchos años, todo eso es muy frustrante. Las palabras de mi madre siempre me confortaba: "Lo que está pasando ahora no será siempre así, se saldrá de esto con la frente en alto para recuperar día a día lo que un día fue". Trataba de consolarme que eso sería así, tarde o temprano.
Me levanté para cepillarme y vestirme, todo para leer un libro, esto me reconfortaba mucho los fines de semana, antes salía con mis amigos pero hasta hace una semana el último se había marchado. Fue muy duro ese momento, en el cual me toco despedirme en ese terminal tratando de controlar el nudo en mi garganta, ver a su familia mientras lloraban sin saber por cuánto tiempo se verían de nuevo, su madre le echaba la bendición mientras se marchaba con son sus sueños en una maleta, eso me rompió mi corazón; pero todos los Venezolanos lo tienen un poco roto.
Puse a preparar un rico café con panela, ya que mi madre no tenía azúcar, hasta ahora que traía cuando regresara de limpiar la casa de una de sus amigas, no quería que trabajar más quería darle una buena vida, hacer un poco de lo que ella todos estos años ha hecho por mí. Pero simplemente me duele, no poder hacer nada por ella, por no poder devolverle un granito de arena de su esfuerzo todos estos años por mí.
Hace años mis sueños eran terminar mi carrera, conseguir un buen empleo en una buena escuela y enseñar hasta donde me alcanzara mi vida. También estudiar idiomas, viajar por el mundo con mi madre a mi lado, pero desde cada día cómo van las cosas esos sueños están muy lejos de hacerse realidad.
Sumida en todos mis pensamientos no me percaté de que estaban tocando el timbre, fue porqué mi perro comenzó a ladrar muy fuerte. Corrí con fuerza para abrirla y toda mis expresiones se borraron al instante cuando me di cuenta que el que estaba en mi puerta era nada más y nada menos ,que él chico impertinente del metro con su estúpida sonrisa preciosa.
De veras que el destino me está dando una mala pasada, de nuevo.
¿Pero qué hacía en mi casa?
Di un fuerte suspiro y traté de reprimir una sonrisa mordiendo mi cachete.
—¿Qué haces tú aquí? — pregunté finalmente viéndolo mal.
Con su bonita mirada me miraba de arriba abajo, dio también un suspiro saboreando sus labios.
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Un amor fugaz ©[✔]
Romance«Qué lo único fugaz sean las estrellas. Tu quédate por siempre« Lucas y Camila se encuentran en el metro de la ciudad de Caracas ¿Es acaso una jugada del destino? Desde ese día la atracción entre ambos es evidente. Una vez que ambos se junten, inici...