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Wei Ying aun no salía del asombro, le había gritado a Lan Zhan varias veces, en ese momento pensó que realmente se encontraba en un cálido sueño mientras se encontraba entre los brazos de su querido Lan Zhan, pero de un momento a otro ese cálido sueño lo arrojó de bruses a la cruda realidad.

En el instante que sintió como su ropa empezó a ser removida por Lan WangJi, un terror inmenso recorrio todo su ser, su cuerpo era algo diferente al de cualquier otro hombre.

Tenía tanto miedo por la reacción que tendría su pareja que decidió alejarlo, ¿Qué sucedía si él lo rechazaba, si ya no quería verlo más?, sabía que Lan Zhan era un buen hombre, pero se suponía que Wei Ying estaba maldito, justo ahora estaba muy débil, su sangrado se había dado ese día, sucedía dos veces al año, aun no sabía que significaba, la falta de informacion de su estado era lo que mas le enojaba, se sentía tan cansado que no quería mover un solo músculo.

Gracias a dios esta condición a la que estaba sometido solía durar poco, dos días casi siempre, no quería entrar al agua, miro por un momento y decidió tan solo jugar un poco, Lan Zhan quería que se curara, pero Wei Ying sabía que podía aguantarlo, se quitó sus zapatos y metió los pies, el agua era helada, El Receso de las Nubes tenía un clima bastante frío, pero el agua parecía estaba a punto de congelarse, medito un momento a en la orilla, calmando su mente de los posibles escenarios caóticos que hubieran sucedido si Lan Zhan supiera que era un doncel.

Por su mente paso la forma en la que Lan WangJi lo había llevado, sosteniéndolo entre sus brazos, su tío habría muerto si los hubiera visto, una pequeña sonrisa se formó en su rostro imaginándose a Lan QiRen desmayado o incluso arrancándose la barba al ver que su precioso sobrino estaba enamorado de la oveja negra del rebaño, del peor alumno que tenía.

Alegre salió del lugar evitando que lo vieran y regreso a su habitación, Lan Zhan realmente se preocupaba por él, no debería dejarse llevar por la paranoia, eso no era lo suyo, sonrió dulcemente mientras pensaba en su novio, antes de quedarse dormido se prometió disculparse al día siguiente, llenaría de besos el bello rostro de Lan WangJi, lo abrazaría sin intención de soltarlo y le diría cuanto lo amaba.

Cuando despertó, sorpresivamente temprano vio llegar a Nie Huaisang.

Hermano Wei, ¿Qué sucedió, soñaste con perros otra vez? — hablo el joven sorprendido.

Wei Ying hiso una mueca recordando sus pesadillas en las que varios perros rabiosos lo perseguían, un leve escalofrió recorrió su cuerpo — No, esta vez estoy decidido a ser un buen alumno y llegare temprano todos los días.

La suave risa del joven de la secta Qinghe Nie se oyó en el instante en que termino de hablar.

Huisang, ¿te burlas de mí?

Para nada hermano Wei.

Nie Huaisang sonreía aunque Wei Ying nunca se dio cuenta que algo en esa sonrisa había cambiado, continuaron caminando hasta que sus ojos alcanzaron a ver en unos de los jardines a dos figuras, el uno era Lan WangJi y la otra persona era una mujer muy hermosa, se podía notar desde lejos la elegancia de la joven, los dos daban un ambiente etéreo casi divino bajo la bruma del Receso de las Nubes, parecían dos dioses que habían bajado del cielo, tan inalcanzables.

Hermano Wei, mira ahí — habló el joven mientras Wei Ying enfoco su vista en las dos personas que se encontraban en el jardín, el más que nadie sabía que ella vendría, Xiao Mei — Se ven tan bien juntos, realmente siento que nacieron para ser una pareja, ya había oído hablar de la belleza de la señorita Xiao Mei, pero realmente el verla con mis propios ojos es algo diferente.

MENTIRAS PERFECTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora