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Sorpresivamente Wei Wuxian casi no dijo nada en clases, extrañamente calmado, talvez fue porque ese día Lan Qiren no dio las clases, envió a alguien más pero incluso parecía algo cansado.

La verdad era que aún se encontraba muy intrigado sobre todo lo que había visto en la biblioteca, casi no pudo conciliar el sueño tratando de pensar en la mejor estrategia para lograr acceder a esa información, lo más probable es que este escondida en la parte prohibida de la biblioteca.

-Wei Ying- escucho esa bella voz que tanto amaba, la clase ya había terminado, eran los únicos que aún se encontraban ahí, Huaisang traicionero, lo dejo solo.

-Lan Zhan, estaba tan entretenido pensando en tu bello rostro, que no me di cuenta que la clase ya había terminado.

Las orejas de Lan Wang Ji se tiñeron ligeramente de rojo, algo casi imperceptible pero no para Wei Ying-Volvieron a castigarte.

Él solo sonrió ampliamente - No fui lo suficiente rápido - dijo tratando de parecer triste - Tu tío me encontró camino a mi habitación.

-Debiste quedarte- habló suavemente el jade.

-Está bien, hoy me quedare contigo- se acercaba cada vez más a Lan Zhan.

-Aquí no- fue lo único que dijo Lan Wang Ji antes de alejarse y darse media vuelta, yendo en dirección a la biblioteca.

-Este no es el lugar más romántico para besarnos, pero tampoco lo es la biblioteca - empezó a murmurar Wei Wuxian.

-Debes cumplir tu castigo- Lan Wang Ji le dio un libro muy familiar.

-¡QUE!, ¿TENGO QUE REPETIR LAS REGLAS OTRA VEZ? - exclamó sorprendido y algo frustrado - Mi amado Lan Er gege, no le hagas esto a tu Xian Xian, realmente mi muñeca duele mucho por escribir tanto.

El dramatismo solía ser parte de sus reclamos infantiles, pero no pudo evitar sonreír al ver la bella pulsera atada en la muñeca de su pareja, tenían que ocultarla del resto, pero, aun así, era algo demasiado especial para los dos.

-Wei Ying, por favor empieza.

-Lo hare, pero con una condición - se movió junto a Lan Wang Ji quien ya se encontraba inmaculadamente sentado frente a una de las mesas de la biblioteca, aprovechando el momento se subió ala regazo de su Lan Zhan - Me quedare aquí, es mucho más cómodo, aunque mi mano dolerá.

-No deberíamos- expreso Lan Wang Ji, pero Wei Ying tomo rápidamente sus cosas y empezó con la copia.

-Si hubiéramos hecho esto en mi primer castigo, hubiera sido mucho mejor - decía mientras se movía tratando de encontrar la posición más cómoda.

Wei Wuxian no sabía lo que estaba causando en Lan Wang Ji, el cálido cuerpo de Wei Ying contra el suyo, talvez eran las hormonas de adolescente, el inquieto pelinegro se movía de un lado a otro mientras hacía comentarios sobres las reglas o simples bromas por las cuales sonreía brevemente antes de volver a su trabajo, pero tras los roces de Wei Wuxian sobre su cuerpo, mucho más sobre aquella zona sensible en la que se encontraba el trasero de su pareja, le hacía difícil mantener el control sobre sí mismo.

Rodeo con su brazo la cintura de Wei Ying sujetándolo fuertemente, manteniéndolo inmóvil.

-Quédate quieto- dijo con una voz profunda, grave junto al sensible oído de Wei Wuxian.

-Dime Lan Zhan - hablo mientras con su amo acariciaba el muslo de Lan Zhan, ascendiendo lentamente- Te sientes animado.

-Wei Ying ...- no pudo terminar de hablar, sus labios fueron sellados, un dulce beso que no tardo en profundizar, su lengua bailo en la boca de su pareja, suavemente.

MENTIRAS PERFECTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora