6

1.5K 190 24
                                    

El entrar al lugar fue relativamente fácil, la ventana había estado abierta, se encontraba oscuro, tan solo la suave luz de la luna se filtraba tímidamente en el lugar, Lan Zhan posiblemente estaba con ella.

No sabía si era el alcohol en su cuerpo, la distante actitud de Lan Zhan, los confusos pensamientos en su mente, pero en ese momento deseaba más que nada sentir esos fuertes y cálidos brazos rodeando su cuerpo, quería que Lan WangJi lo besara con esa pasión que desbordaba en cada encuentro.

Quito la cinta de su cabello, dejando que este cayera sobre sus hombros, trato de peinar el negro y largo cabello, pero como siempre mechones rebeldes resbalaban en su rostro, se quitó su túnica externa, dejándola en algún lugar de la habitación, se metió en la cama de Lan Zhan, el olor a sándalo inundaba sus fosas nasales, relajándolo, esperaría allí el tiempo necesario hasta que llegara su novio, porque aún eran pareja, Lan Zhan era su novio, aún era suyo.

Escucho la suave risa de nuevo, y su corazón se inquietó, Lan WangJi había llevado a la mujer al Jinshi, escucho como entro y antes de que este se diera cuanta del intruso Wei Ying se lanzó a el abrazándolo.

Wei Ying — hablo el segundo jade sorprendido.

Porque la trajiste—pregunto algo enojado.

No puedes estar aquí — dijo mientras buscaba la túnica de Wei Ying.

Es así entonces — dijo secamente — Te cansaste de mí.

—¿De qué hablas? — pregunto Lan WangJi.

Ni siquiera deseas mirarme.

Wei Ying no juegues, debes volver a tu habitación — hablaba seriamente.

No quiero, no voy a irme.

Lan Zhan alcanzó la túnica y la puso alrededor de Wei Ying.

—¿Por qué esta aquí? Prometiste que íbamos a estar juntos, que terminarías con todo esto del compromiso, ¿Por qué entonces ahora me ignoras?

Ve a tu habitación.

Lan Zhan, ¿ya no me amas?

Lan WangJi no entendía el comportamiento de Wei Ying, pero tampoco quería que estuviera inmerso en todo lo que estba haciendo, los ojos vidriosos de Wei Wuxian hacían que su corazón doliera, en ese instante tomo al joven entre sus brazos devorando sus labios ferozmente, Wei Ying no tardó en responder al beso, abriendo su boca, dejando entrar en contacto sus lenguas, que se enredaron, lucharon frenéticamente por el control ante la lujuria y sentimientos contenidos después de tantos días separados. Las manos de Wei Ying se dirigieron al cinturón de Lan Zhan, quitándolo rápidamente mientras empezaba a tratar de remover la ropa del segundo jade de Gusu, el cual se alejo al instante.

Te amo, pero tienes que ir a tu habitación— Lan Zhan dijo firmemente tras terminar su sesión de besos con Wei Ying.

—¿Por qué? — pregunto mientras veía fijamente a Lan Zhan.

Me esperan afuera.

Pues dile que se vaya — hablo algo triste — Que tu verdadera pareja está contigo, que ella no te importa para nada — empezó a subir el tono de su voz — Dile que no piensas casarte, que es a mí a quien amas.

—Está prohibido gritar.

No me importa nada, ve y dile que se vaya ahora.

—Wei Ying

—¿Acaso no quieres que se vaya?

Ve a tu habitación, hablaremos luego, el toque de queda esta próximo.

MENTIRAS PERFECTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora