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Un suspiro sonoro salió de sus pulmones, se disculpó por su precipitada llegada y de igual forma su rápida salida del Receso de las Nubes, Jiang Cheng no tenía tiempo que perder, su padre lo necesitaba, la seguridad y fe de Wei Ying en la doctora Wen era alentadora, aunque no estaba seguro de hacer eso.

Ese mismo día salió a buscar a la señorita Wen Qing. Fue lo más rápido que pudo, pero al llegar no encontró a nadie en ese lugar, supieron explicarle que la joven doctora se había ido de ese lugar hace ya un tiempo.

Los vecinos chismosos le dijeron que lo mejor era dejar de buscar a la mujer, antes que el par de hermanos Wen salieran en su importante misión al Receso de las Nubes, tuvieron un enfrentamiento con la doctora, al siguiente día la casa se encontraba vacía, con vagas indicaciones si dispuso a ir a un poblado donde según varios de ellos lo más probable era que hayan ido, ya que no se fue ella sola, llevo un aparte de su familia.

Volaba en su espada hasta en un grito desgarrador hiso que se detuviera, bajo rápidamente, había un grupo de cultivadores entre los árboles, las voces eran crueles y burlonas.

"Mira el pequeño Wen suplicando, siempre tan arrogantes, no son más que perros"

"Que diría tu primo si te ve así, jactándose de ser los mejores, al menos defiéndete, pelea, imbécil"

"Este muchacho solo sirve para llorar, con razón nadie en la secta lo quiere"

"Y se supone que eres de la mejor secta, sabes tu familia mato a mis padres, no pienso dejarte ir, te enviare pedazo por pedazo a tu familia pequeño Wen"

"Yo opino que primero le cortes los dedos"

"No quémalo con todo y esa horrible túnica, que vean como se quema el sol"

"Porque no mejor lo vendemos, míralo, incluso golpeado se ve muy bonito, imagínatelo, el Sol, uno d ellos descendientes de Quishan Wen denigrado hasta el punto de ser vendido como cualquier puta barata"

Todos se rieron al mismo tiempo "No lo había pensado, dijo el mayor de todos, pero creo que primero deberíamos probar la mercancía"

El pequeño bulto lleno de sangre y lágrimas que yacía en el suelo se retorció tratando de salir del agarre de los tres hombres.

—¿QUE MIERDA ESTAN HACIENDO? — Jiang Cheng salió de su escondite, había estado observando todo este tiempo, envió a Sandu contra los tres cultivadores quienes soltaron al chico esquivando el ataque, aun enojado no dejo de enviar a su espada tras esos malditos estúpidos que acosaban al podre chico, tras unos insultos y viendo que no eran rivales para él  los tres cultivadores huyeron del lugar.

Jiang Cheng no entendía cuan débil debía ser el joven para no poder defenderse con eso trio de imbéciles, viendo al chico temblar de miedo con su rostro lleno de hematomas, la sangre teñía su túnica, que era bastante sencilla.

Por un momento pensó que debería hacer, ¿Qué haría Wei Ying? Probablemente diría alguna estupidez para que el chico sonriera, como pudo ser tan tonto para tomar a su hermano como referencia, el nunca haría algo así.

En su mente apareció su hermana, YanLi era dulce, lo más probable era que sonreiría amablemente, pero las sonrisas y amabilidad no eran lo suyo.

—¿Acaso piensas seguir en el suelo? — pregunto, trato de ser amable, realmente lo intento.

El joven lo miro antes de tratar de ponerse de pie, pero no pudo, un dolor punzante en su pierna lo obligo a mantenerse en el lugar, inclino el cabeza rápidamente apenado.

MENTIRAS PERFECTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora