.:Coliel:.
Colé iba en compañía de su esposa paseando por un hermoso, manantial con agua cristalina y pura brillando ala luz del intenso sol rodeados de tanta vegetación llena de vida habían decidido detenerse a descansar, por un rato Colé estaba algo cansado durante un buen rato estuvieron paseando y surcando los cielos con ella sobre su espalda pero le costaba trabajo cargarla por tanta frustración que lo estaba atacando debido a su celo no es que fuera débil.
Seliel camino un poco alejándose de su esposo, se acuclilló para tomar agua con sus manos.
Ella se quedó extrañada con la mirada de Colé, pero se dedicó a continuar bebiendo agua, estaba sedienta, él le había estado mostrando algunos sectores del manantial.
Cuando levantó la vista nuevamente, el no estaba ahí no lo veía por ninguna parte. Un ruido de latigazo la asustó, allí estaba salió corriendo de los arbustos había aparecido corriendo de atrás con una... ¿Liana? Sí, una liana en las manos y saltó como loco al agua colgando de ella Seliel lo miró espantada caer de la misma directo al agua. ¡Buda mío! ¿Estaría bien? Lo buscó preocupada, acercando su cara al agua apoyando sus manos y pies en la orilla no podía ver nada.
De pronto, sintió los poderosos brazos de Cole rodear por completo sus hombros salió de dentro del agua se dejó caer, arrastrándola con él ¡Estaba loco! Ella sintió el agua fría mojar todo su cuerpo. ¡Cómo odiaba el agua! Nadó espantada a la superficie con cara de espanto.
Una vez en la superficie respiró agitada tratando de recobrar la calma el chico salió del agua totalmente empapado acercó su cara sonriendo con el cabello tapando sus ojos y la mayoría de su rostro.
Ahí ella comprendió que todo fue su plan sonrió al mismo tiempo que lo empujaba por sus brazos y su pecho cayó al agua nuevamente luego empezó a correr. Le gustaban esos jueguitos, eran jueguitos de romanticismo y él los había comenzado, la tentaba con todo aquello.
Ambos corrieron por los campos verdes, llenos de aves ella se sentía muy plena, muy feliz, enérgica llena de vida jamás había sentido algo así Cole la seguía de cerca. ¡No podía creerlo! ¡Lo tenía con ella nuevamente! Como cuando eran pequeños las cosas no habían cambiado, allí estaba ambos juntos.
La chica respiraba el aire puro se sentía más viva que nunca bajaron corriendo por el bosque, entre los árboles y prados él la seguía persiguiéndola con sus brazos jugaron por un rato, enfrentándose a una especie de pelea de juegos él tropezó con una piedra cayó sobre ella, ambos rodaron cuesta abajo en un abrazo por una colina.
Era divertido todo giraba rápido Seliel estaba encantada sintiendo la piel tibia de su esposo pegada a la piel de ella. Estaba con el nada podía ser mejor estaba con él, con el era dulce, era bonito, era perfecto, era su sueño.
Cayeron al fondo de la colina, cole cayó sobre ella con tanta fuerza que casi la sofocó por tanto peso y por sentir tanta musculatura por parte de él ambos rieron.
Ella se mantuvo mirándolo reír, él carcajeaba de verdad no podía entender cómo es que había vivido sin él todo ese tiempo la forma de su cara con esa sonrisa, sus perfectos gestos, todo lo que hacía era tan armónico se sintió mas agobiada por la enorme felicidad de saber que ese exitoso y guapo ninja ahora era su esposo era el nuevo emperador de ninjago tenía la pose de un rey tenía la fuerza la voluntad y el coraje de uno, así como el encanto. Seliel lo admiraba desde lo más profundo de su alma, lo amaba, lo necesitaba pero por sobre todo, lo amaba con locura, ya no había duda de ello, y quería hacérselo saber, porque obviamente él jugaba amistosamente, o quizá no...Pero no parecía ir tan en serio como ella así es como sus impulsos la impulsaron a tentarlo para una noche o tarde de pasión.
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⚔️Siempre ahí⚔️ Ninjago maestros del spinjitzu
PrzygodoweLa Paz reino en ninjago después de la derrota, de los hijos de Garmadon y el rey de la destrucción ahora los Ninjas avanzaron a una nueva etapa de su vida, enredados en la apasionante vida del compromiso pero la calma es rota cuando unas monstruosas...