ll. CONFUSIÓN

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El rubio clavó su mirada en un par de ojos café que brillaban extraño mientras respiraba agitado, esa mirada le generó un vacío en el estómago y un impulso por no dejar de apreciarlos; bellos, sublimes, parecía como si viera a través del alma del contrario; mientras contemplaba aquellos orbes almendrados, el aroma dulce se expandía por toda la habitación.

-Tony...no me había percatado el hermoso color que tienen tus ojos...-

Casi involuntariamente, el ojiazul lleva una mano al rostro del moreno, le acaricia suavemente la mejilla contemplando esos ojos que le están volviendo loco, mientras acorta la distancia.

-Ayúdame...Steve...-

La racionalidad quedó por los suelos al clavar un beso en los labios del castaño, no sabía lo que le impulsaba hacerlo; deseo, pasión, locura...no, eso era algo más, algo que le envolvía pidiéndole a gritos no detenerse; temía una bofetada o cualquier golpe ante su falta de cordura, sin embargo lo que sucedió le dejó sin aliento: el castaño entreabrió su boca para recibir besos demandantes por parte del rubio, que no sólo quedó estupefacto, sino que prosiguió la acción explorando la boca ajena con su lengua, sintiendo un sabor tan dulce y embriagante cual elixir de la vida se tratara, no deseando que aquella acción placentera se acabara.
El castaño le había rodeado el cuello con sus brazos deseando hacer el beso aún más intenso,el ojiazul cayó sobre el cuerpo del moreno, el aliento les faltaba, poco se separaban para tomar aire y proseguir con aquella acción que les traia bajos instintos.
Ambos sentían calor, la ropa estorbaba, el rubio desvestía torpemente al castaño pero sin dejar de besarle, el moreno un poco más experimentado rápidamente desnudó al ojiazul, la piel sudada empezó a rozarse, el calor no paraba, sentían en cada roce como sus entrepiernas ya estaban muy firmes, deseaban más uno del otro.
Steve separó los labios para bajar al cuello del contrario que se retorcía ante tales muestras de placer gimiendo gustosamente, imposibilitandole articular palabra alguna ante el tacto del otro, el rubio recorría el cuerpo ajeno con su boca conociendo cada linea, cada curva, cada detalle del moreno que le sumía en la locura.
Cuando llegó a la parte baja del castaño, el rubio se detuvo a apreciar lo que estaba saboreando: un cuerpo bien torneado, agitado, sudoroso, delicioso a la vista, expectante a lo que el ojiazul le hiciera, el cual sonrió lancivamente, saboreó sus propios labios con su lengua y bajó al miembro de su compañero para llevárselo entero a su boca, el moreno al sentir la lengua del otro en su entrepierna se arqueó al mismo tiempo que dejaba salir un potente gemido de placer embriagante.
El rubio subía y bajaba saboreandolo todo mientras el moreno no aguantaba más, y con un casi grito llegó al clímax en la boca de su compañero retorciéndose de placer, el otro tragó todo lo q el moreno le daba.
Al haber tragado la semilla del moreno,el rubio sintió que algo cambió en si mismo, sentía que su cuerpo palpitaba, sus pupilas se dilataron al máximo, y el deseo se apoderó totalmente de su ser, deseando todo del moreno.

-Quiero que seas solo mío Tony...a nadie te cederé-

Al decir eso se colocó entre las piernas del moreno, las separó hasta donde su compañero lo soportara e introdujo dos dedos en su entrada, y este en lugar de incomodarse sintió que su cuerpo se calentaba aún más pidiendo todo del rubio.

-Hazme sólo tuyo...Steve-

El rubio no pudo esperar más, saco sus dedos para introducir su miembro ya erecto.
Empezando a empujar se percató sorprendido que la entrada del moreno comenzó a lubricar,facilitando el trabajo; no tomándole importancia a eso, lento pero desesperado, introdujo todo dentro del castaño, que al sentir aquello completamente en su interior, gimió deliciosamente; comenzaron las estocadas,primero lentas y torpes, a medida que se acostumbraba a la acción, el rubio aumentaba la intensidad con más precisión.

-Ste...Steve...-

-Tony....eres delicioso Tony...-

El calor invadió ambos cuerpos, sus rostros totalmente ruborizados, gimiendo a todo pulmón, el aroma dulce se respiraba, el rubio deseaba llegar hasta el fondo del castaño y este deseaba q el otro le llenara de todo su ser, y con un fuerte impulso ambos llegan al orgasmo q los transporta al paraíso.

Lentamente Steve sale del cuerpo de Tony, luego se acomoda junto al moreno; ambos muy cansados, instintivamente se abrazan, respirando agitados, lentamente volviendo a la normalidad.

-Te amo, Tony...-

-Yo también te amo, Steve...-

Y así, abrazados, se quedan dormidos, no sin antes pensar:

*-¿Cómo llegamos a ésto?-*

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Espero les haya gustado, cualquier comentario es bien recibido

EL SUERO DE LA VIDA (Marvel Slash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora