¿Ella es la princesa perdida?

Capítulo 21

PARTE 2

Todos se alejan de mi. Así como dicen: No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Y si es cierto. Sin embargo, Yo no los perdí. Si no que cada quien ya hace de su vida y yo...yo...aun no he empezado la mía.

¡Bien! Es hora de hacerlo.

Me levanto de la cama bien decidida para empezar mi vida cuando en frente de mi aparece un pajarillo azul; eso quiere decir buena suerte , ¿No? Así es como empezará todo.

Pero no. Se posa en mi escritorio y se convierte en Tristán.

Yo gritó como si hubiera visto un fantasma pero él me tapa la boca.

- Sh, shhh. No grites que nos oirán.

Me mira a los ojos para tranquilizarme, y eso me tranquiliza.

Lo admito, tiene hermosos ojos azules. Siempre me siento rara con él.

- Muy bien - sonríe, mostrando dos perfectos hoyuelos. - Hola

Suspiro

- Hola, Tristán - me siento en la cama- ¿Qué haces aquí?

- Sólo vine a verte y...a desearte un feliz cumpleaños.

- ¿Qué?- pero pasa algo, me toma de la mano, me jala hasta su pecho y me abraza muy fuerte.

- Ay, no me abraces tan fuerte.

- Siempre he esperado esto - dice cerca de mi oído. Me estremezco

- Espera, espera. - me alejo un poco- Creo que sabes que para mí sigues siendo un extraño y que estoy confundida con lo que me dijeron la otra vez.

Él me suelta, pero no pierde esa sonrisa. - Tienes razón. No me conoces y no te conozco, supuestamente.

- ¿Supuestamente? ¿Qué? - frunso el ceño

- Yo si te conozco. Bueno, no totalmente, pero se que te gusta escribir.

- Eso lo puedes saber porque te dije que soy periodista

Él sólo

se ríe un poco. Se acerca más a mi oído - igual se que te puedo conseguir de todas formas con comida.

¡Demonios! Sólo mis amigos y mis padres conocen eso.

Tristán hace aparecer una caja dorada con un moño negro.

- si es otro pastel te digo que mi querida madre ya me dio el mío.

Sólo me mira con la misma sonrisa y abre la caja.

Lo que veo es algo sorprendente. Siento que esto no es real.

Estoy viendo un lago. Esto sí es magia, es como una imagen en tercera dimensión flotando, se ve de maravilla.

- ¿Te gusta?

- Me encanta. Es muy hermoso, Tristán.

- Es...es para ti.

- ¿Para mi? - lo miro incrédula, está cosa es como para una reina. - Estas mintiendo.

- Claro que no. Es para ti. Un pequeño regalo por ser tu cumpleaños.

- Muchas gracias, entonces.

Lo abrazo de veras, es que nadie me había regalado algo así, quiero decir, quién te regala algo mágico.

Me regresa el abrazo con gusto.

- Bueno, ese fue tu primer regalo.

Levanto mi vista hasta sus ojos.