¿Ella es la princesa perdida?

Capítulo 13

Galile

No me puedo creer que haya dicho eso.

Me calentó un poco cuando dijo que era viergen, mierda.

Todo de ella es pureza, tan inocente y...y hermosa.

Será mía, algún día y nadie me la va a quitar.

Nadie. Pero qué digo, nunca antes había pensado esto,está chica me vuelve loco.

Desde el primer día que la vi, básicamente en los vídeos que mandaban, se veía hermosa, pero verla de cara a cara, fue como ver un ángel.

¡Dios!

Nunca me había gustado alguien así, así de rápido, así de fuerte. Y sólo llevo unos días de verla.

Ahora, estoy en el baño relajandome. No quiero que mis nuevos empleados y ella me vean así. Necesito estar tranquilo.

Suspiro alejando toda esta exaltación. Demonios . Ya, necesito calmarme.

Salgo del baño de hombres que tiene la empresa.

- Listo, ya estoy listo. Lamento ka tardanza. Vamos, que es hora de la acción. - les digo

Los cuatro asienten.

Así me gusta.

Trato de ignorarla un poco, poner distancia.

-Disculpe, Marian, ¿puedo hablar con usted?

Paro, no me esperaba esto,¿qué me querra decir?

- Es por lo que dije, bueno, grité, en realidad, no era mi intención ser de alguna forma... mal educada. Lo siento.- me mira con esos hermosos ojos, si, muy inocente.

- No se preocupe, mejor dejémoslo olvidado,¿de acuerdo?

Ella asiente y sonríe.

Bien, estamos yendo bien.

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Jenner

De Acuerdo, me disculpe con el Señor Galile. Ahora es momento de hablar respecto a esto con Elizabeth. Pero estamos trabajando, así que será después.

La reinaguración salió bien de lo esperado, los chicos tomaron buenas fotos , Eli hablo muy bien y yo pues, estoy redactando para el periódico.

En estos momentos estoy en mi casa, digamos que fue un trabajo sencillo, pero mañana empieza lo bueno, eso creo, apenas empiezo con este trabajo.

¡Ring! ¡Ring!

Suena el teléfono, debe ser Eli.

- ¿Hola?- contesto. - ¿Elizabeth?.

- Hola, chica. ¿Dime? ¿Cómo te fue en ese almuerzo?

Suspiro, cierto. La muy perra de mi amiga hizo que con Galile vayamos a almorzar, demonios.

- Se supone que me ayudarias, pero no, me mandaste con el mismo demonio.

- No te quejes, te gustó de verdad.

La odio.

- Si, fue muy educado conmigo...amiga...

-¿Qué?...no puede ser, ya voy enseguida, se lo que me quieres decir.

- No debes...

Pi,Pi... Me cortó la llamada.

Sabe lo que me pasa, me gusta Galile.

Lo admito, es un verdadero hombre y me gusta, es educado, dulce, atento y, mucho más y sólo me lo mostró en esa comida.

Escritor

Las amigas se encontraban conversando y riendo sobre la situación de que tal vez, Jenner, sienta algo por Galile, mientras en el árbol que se encontraba al frente de la ventana de ella se escondía un pajarillo color azul, pero no era cualquier pajarillo, este era el ser sobrenatural que la cuidaba desde lejos,claramente hablo de su guardián. Aunque le habían advertido de que aún no era hora, pero era tan terco.

La veía desde ahí, no dejaba de verla, pensaba que era muy hermosa, era hermosa. Quería acercarse más y así lo hizo, se fue a parar en la ventana de Jenner y empezó a cantar, las chicas se acercaron y obviamente, le sacaron un par de fotos, Jenner no paraba de mirar al pajarito, nunca se había acercado uno junto a su ventana, ella creía que su habitación hacia espantar a cualquier animal, incluso a un conejito de indias que antes tenía. Tan sólo de ser el segundo día que estaba con ese animal, se había escapado, al igual que con sus Hámsteres y su perrita, Mía.

El pajarito seguía cantando y Jenner le siguió el cantó, su guardián estaba encantado.

Lo que no sabían, era que siempre estarían juntos desde entonces, bueno, eso pensaba su guardián. Jenner sólo creía que era suerte tener un animalito.

- Esta bien, Jenner. Ya cállate, pareces como Blanca Nieves cantando. Es suerte de que se haya parado en tu ventana.

- Sí, me gusta mucho.

- De acuerdo, sigamos hablando.

Jenner suspiro y se alejó de su ventana para sentarse con su amiga junto a la cama.

- Si me vuelve a pedir que salgamos lo aceptaré pero tengo que ver sus modales.

- Aja, no sólo puedes impresionante a la primera como si fuera tu príncipe azul.

- Ja, ja, algún día aparecerá, ya verás.

- Si, como tu digas - dijo su amiga viéndose las uñas, sin tomarle importancia a lo que había dicho.

Jenner, volteo para ver al pajarito pero este ya se había ido.

Aunque él estaba cerca del último arbusto para entrar en el bosque, ya convertido en un humano, suspiro y se lo dijo al viento : "Juro, Jenner, que así será, seré tu príncipe azul algún día, sólo espera, por favor".