Mr. Wick [Terminada]

Adiós

Habíamos corrido 1km, las piernas comenzaban a temblarme y mi cuerpo era frío y hielo a la vez. El intenso ardor en el estómago era insoportable y la garganta seca me dificultaba el tomar aire.

- John debemos parar - Jonathan miró su reloj y se detuvo.

- No estamos seguros Penny- me agaché y respiré profundo, dejando que mis pulmones se llenarán de nuevo de aire.

- John...ya no puedo más - la voz agitada que tenía hacia que lo que decía no se entendiera muy bien.

John volvió a mirar su reloj y me miró preocupado.

-Debemos seguir.

Los celulares de las personas que estaban a nuestro al rededor comenzaron a sonar al mismo tiempo. Nos miraban como bichos raros, otros con odió y algunos con una sonrisa de oreja a oreja.

John me tomo de la cintura y me dió un empujón leve para que volviéramos a correr. Le dió una orden al perrito y este nos siguió de nuevo.
______________________________________

- llegamos- me dijo entre cortado, tratando de estabilizar su respiración.

-¿Dónde estamos?- pregunté viendo el edificio abandonado en un callejón oscuro.

-Nadie conoce este lugar, estaremos a salvó en lo que resuelvo unas cosas. - dijo y abrió la puerta vieja del edificio.

Por fuera era viejo, pero por dentro era una edificio de lo más normal. Estaba abandonado pero no estaba en mal estado por dentro.

Subimos las escaleras hasta uno de los departamentos. La puerta era verde pistacho, de madera. John abrió y me dejó entrar primero.

El perrito entró de lo más feliz y corrió a acostarse en uno de los muebles café que habían en el departamento. Un gran ventanal nos dejaba admirar la gran ciudad.

- Lo siento Penny- dijo John con la cabeza cabizbaja.

- No tienes por qué- dije y me acerqué a él para darle un beso pero se alejó de mí.

- Te prometí que no volverías a tener que pasar por lo que vivimos con Ginna, no quería que tuvieras que pelear más.

- Estamos en esto juntos John- dije.

- ¡No!- dijo serio.

- Te amo John, no me apartes Ahora.

- Viene una cacería Penny y no te pondré en peligro, tú te quedas aquí. Yo me iré.

—¿Te estás despidiendo de mi Jonathan?— dije con los ojos vidriosos.

— Me temo que si— John se escondió bajo la sombra del departamento, sabía que las lágrimas lo delataban por eso escondía su rostro.

— ¿Me amarás en Diciembre como me amaste de Septiembre?— le dije con la voz quebrada.

— Te amaré por el resto de mi vida, Te buscaré por mil mundos y durante diez mil vidas hasta encontrarte.

— Y yo te espere en cada una de esas vidas Jonathan.

John se acercó a mí y sus ojos estaban vidriosos. Me tomo de la cintura y me pego en un movimiento suave a su cuerpo, nuestros cuerpos encajaron perfectamente como dos engranajes hechos a la perfección. Jonathan presionó sus labios que estaban húmedo, en mi frente sintiendo su barba perfecta.

Un beso en la frente tiene un significado increíble, pues denota protección. La persona que te dé un beso en la frente quiere que estés bien en todo momento y seguramente nunca te abandonará. Sin embargo el beso de John significaba no verlo de nuevo. Sabía que cualquier cosa podía pasar de ahora en adelante y la prueba de amor más grande que existe es dejar ir a la persona que amas para que no sufra. John puso mi seguridad por encima de la suya, lo que no sabe es que yo pongo la suya por encima de la mía.

—¡Adiós!— murmuró John.

Sus últimas palabras. Ví a Jonathan desaparecer al pasar el marco de la puerta y cerrándola detrás de él. Aprecié su ancha espalda por última vez y me deje caer al suelo. No soporté más y rompí en llanto, quería correr tras el pero si él no me quería a su lado yo no podía hacer nada más.

El perrito corrió hacia mí y empezó a aullar, lo abracé y me lamió el rostro. Sentí como si hubiera alguien dentro de mi cabeza dándole con un martillo, cerré los ojos que ya sentía hinchados de tanto llorar y me recosté en el frío suelo de madera. Sentí un pequeño bulto tibio en mi pecho y supe que el ese pedacito de ternura se había acomodado conmigo. Protegiendo y consolandome.

— Adiós Mr.Wick — susurré para mí.