#0.7 Falsas esperanzas.

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❝Nuestros corazones nos guiarán, tomemos la decisión de bajar o no❞—Seesaw, Suga (Bts).

La joven se mordió los labios incomoda ante la situación, ella sin querer había presenciado una escena en la cual sus dos jefes estaban involucrados y no de la mejor manera

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La joven se mordió los labios incomoda ante la situación, ella sin querer había presenciado una escena en la cual sus dos jefes estaban involucrados y no de la mejor manera.

—Solo nos tropezamos y por error caí sobre él —señaló al castaño, quien aún se encontraba recostado en el sofá de la oficina—. Por favor no nos vayas a malinterpretar —se acercó a la joven tomandola de las manos.

Jungkook bufo con molestia, ¿por qué el pelirrojo le daba explicaciones a aquella secretaria?, acaso al mayor ¿le gustaba ella?, de manera automática cambió de postura.

Observó a la pareja y una mueca de disgusto se formó en sus labios, aquella imagen frente a él no le agradó para nada.

—No tienes porque darle explicaciones a mi secretaria —comentó Jungkook poniéndose de pie, sus manos vagaron hasta sus bolsillos adoptando una actitud superior.

Típico de él.

Todos frente a él eran inferiores a excepción de sus hyungs.

—Sé que no tengo que darlas, aun así quiero hacerlo —respondió Hoseok sin soltar las manos de la joven, la castaña se alejó del pelirrojo cortando todo tipo de contacto físico.

Aquel tipo de contacto también podría malinterpretarse, tal como ella lo había hecho con Jungkook y Hoseok minutos atrás.

—Youngmi-shi —nombró a la castaña atrayendo su atención—. Largate o lo próximo que verás será tu despido —la fémina sin pensarlo hizo una reverencia hacia Jungkook y salió de aquella oficina.

Hoseok miró la puerta ser cerrada y bufo, para luego mirar a un sonriente Jungkook.

—Tú de verdad te estás pasando —formuló caminando hacia el menor quien no dejaba de sonreír—. Ella nunca hace nada y siempre vas por ahí amenzandola con echarla —lo empujó haciendo retroceder al menor, quien por reflejo quitó la manos de su pantalón.

—¿y si lo hago qué? —cuestionó el menor empujando a Hoseok, tal como él había hecho con su persona.

—Te recuerdo que también soy dueño de esta empresa —murmuró con molestia sin apartar los ojos del menor, quien había apretado la mandíbula ante aquel recordatorio.

—Eso lo sé —le dio la espalda al pelirrojo caminando hasta el ventanal, que daba una vista panorámica de todo el interior de la empresa—. Así como también sabes que no tienes poder sobre mis empleados Hoseok.

El pelirrojo sonrió como si le hubiesen dado una cerveza bien helada en un día caluroso.

—Pues de ahora en adelante ella será mi empleada y te jodes —se sentó en el escritorio de Jungkook, algo que el menor odiaba y el pelirrojo lo sabía—. Mañana quiero que vayas a recursos humanos y hagas el cambio de contrato.

Cattleya -[Yoontaegi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora