Cattleya -[Yoontaegi]

#17 No lo hagas.

❝Dime si incluso este dolor no es real❞— Singularity, Kim Taehyung (BTS).

Un desvelado Jungkook tecleaba sobre su computador sin descanso, no había dormido nada la noche anterior, pues el no tener noticias sobre el estado de Yoongi no le dejo pegar ojo.

Y no es que se hubiera quedado de brazos cruzados.

Luego de que él ex de Yoongi prácticamente lo arrastrara hasta su oficina y encerrara en ella no pudo hacer mucho. Pues su carcelero había bloqueado la única puerta existente en aquel lugar y no estaba tan loco como para saltar de un catorceavo piso.

Estaba loco, pero no a un nivel tan extremo.

Sin duda él ex de Yoongi era de armas a tomar y los múltiples enfrentamientos que tuvo con él, habían terminado con un lindo ojo morado y un labio partido adornando su rostro.

—¿Me puedes decir que mierda te pasa? —cuestionó Hoseok apenas puso un pie dentro de la oficina, parecía bastante molesto y terminó por confirmarlo cuando cerró la puerta con fuerza azotandola en el proceso.

Parecía que su carcelero ya se había ido.

Jungkook dejó de teclear sobre su computadora, para centrar toda su atención en el pelirrojo frente a él, barrió su cuerpo con la mirada, para luego volverla hacia la brillante pantalla.

—No —respondió el menor cortante y que es tenía un humor de mierda que nadie lo soportaba. Para desgracia su nuevo secretario fue víctima de ello, al igual que un par de empleados.

Hoseok se acercó hasta llegar a su lado, sin embargo el castaño ni se inmutó y continuó con su trabajo, pero para su desgracia el pelirrojo notó su ahora magullado rostro a causa de los golpes, por lo que no pudo evitar tomar al menor de la barbilla para observarlo con cuidado.

Sin embargo Jungkook se apartó bruscamente.

—¿Quién te ha hecho eso? —volvió a cuestionar con un tono de molestia notorio en su voz. Aquello solo logró hacer sonreír al castaño de forma irónica, ¿desde cuándo le importaba?.

—¿Acaso te importa? —cuestionó el menor en respuesta apartando las manos del teclado. Con Hoseok ahí no podía trabajar del todo tranquilo y eso lo inquietaba. El mayor guardó silencio y eso solo hizo crecer la falsa sonrisa de Jungkook—. Eso esperaba, hazme el favor y sal de mi oficina, estoy ocupado —concluyó retomando el movimiento de sus dedos sobre el teclado, pero una mano rodeando su muñeca izquierda le impidió seguir con su trabajo, sin duda Hoseok estaba siendo un grano en el culo.

Ya de por si estaba teniendo un día difícil al no tener noticias de su hyung y el hecho de que Hoseok empezara con sus mierdas no le ayudaba en lo absoluto a relajarse. 

—Si, me importa —soltó con valentía, aquel castaño no sabía cuan difícil le había resultado decir aquellas palabras. Pero Jungkook no era consciente de aquello, para él solo eran palabras vacías.