Cattleya -[Yoontaegi]

#11 Dulzor del pecado.

❝Realmente no voy a poder soportarlo❞ —Stigma, Taehyung (Bts).

Sus largos dedos daban leves golpes sobre la superficie de la mesa. Los minutos pasaban y la cara de aburrimiento por parte del mayor se hacía cada vez más evidente, para ser un lugar caro el servicio era horrible.

—Disculpen la demora —se disculpó el joven camarero tomando su pequeña libreta—. ¿Qué desean pedir? —los miró expectante.

Yoongi observó al menor frente a él esperando que ordenara, después de todo nunca había visitado aquel restaurante, por lo que no tenía ni idea de que pedir. 

Lo unico que queria era saciar su hambre.

—Tomaremos el especial del día —contestó Taehyung mirando al joven quien no pudo evitar sonrojarse ante la penetrante mirada del peligris—. ¿Estás de acuerdo hyung? —cuestionó mirando esta vez al pálido, quien solo asintió en respuesta.

Solo esperaba que fuera algo delicioso.

—¿Algo de beber? —volvió a preguntar el joven sin despegar la mirada de su libreta.

—Solo un buen vino que se adapte al platillo —respondió Yoongi en lugar del menor, el chico se inclinó levemente y desapareció fuera de su vista.

El pelinegro se recargo en la mesa analizando las facciones de Taehyung, sin duda era hermoso, si lo hubiese conocido en otras circunstancias estaría perdido por él, no había duda de eso.

Lástima que eso no pasaría en la circunstancias actuales.

Un Carménère no tardó en llegar a la mesa y un exquisito aroma a bayas hizo agua tanto su boca como la del menor, por lo que Taehyung no perdió oportunidad y bebió una copa de aquel vino, Yoongi a diferencia de él prefirió esperar la comida.

Taehyung deslizó su lengua por sus labios quitando todo rastro de vino, la intensa mirada de Yoongi sobre estos hizo que Taehyung los mordiera inconscientemente.

Lo estaba provocando.

—Dime Yoongi, ¿cuánto llevas modelando? —cuestionó el menor posando ambos codos sobre la mesa, enlazando sus manos.

—Solo un par de meses, aún no cumplo un año en esto.

—Oh, eres un novato aún —sonrió y bebió de su copa—. La verdad es que no lo pareces, te desenvuelves bien frente a la camara —halago al mayor sin apartar los ojos de él.

Yoongi sonrió ante la desfachatez del menor.

—Dime Taehyung, ¿por qué me hablas tan informalmente? —interrogó tomando por sorpresa al peligris, bueno sabía que en algún momento aquel pálido lo reprenderia.— ¿Qué edad tienes mocoso? —volvió a cuestionar jugando con el anillo que cargaba sobre su dedo anular.