Cattleya -[Yoontaegi]

#28 Mentiroso.

❝Nunca ha habido una balanza paralela desde el principio.❞ —Sesaaw, Min Yoong (Bts). 

El platinado junto a él se apego a su cuerpo en busca de un cálido abrazo, pero al no obtener nada por parte del mayor abrió los ojos con lentitud, para luego regalarle una somnolienta sonrisa a Yoongi, la cual él no pudo devolver pues solo una mueca se formó en sus labios.

—Buenos días —se estiró Taehyung por sobre el cuerpo del pálido, el cual ni se quejo de que el menor invadiera su espacio.

¿Buenos días?, Já.

Para Yoongi no era un buen día, menos cuando la noche anterior no había logrado pegar ojo, pues a su mente se le había ocurrido la maravillosa idea de no dejarlo en paz y torturarlo intentando encajar las piezas que su cabeza intentaba armar, pero aunque lo analizara y analizara, la piezas no parecían tener sentido, sobre todo la pieza final, aquella pieza que parecía ser la clave, simplemente no encajaba.

Tal como él en aquel momento.

—¿Cuál era el nombre de tú madre? —cuestionó repentinamente Yoongi borrando todo rastro de somnolencia en el menor a su lado. Taehyung parpadeo confuso.

Pues no esperaba ese tema de conversación a primera hora de la mañana.

—¿A qué viene esa pregunta tan repentina? —se incorporó recargando su cuerpo en el respaldo de la cama. Tal como Yoongi se había mantenido toda la noche.

—Solo es una pregunta —se encogió de hombros tratando de restarle importancia al tema. Pero estaba claro que no era así.

Taehyung guardó silencio por un momento, no le gustaba hablar con respecto a su pasado y menos sobre su madre, pero Yoongi ya conocía varías facetas suyas, ¿qué más daba darle un poco de información sobre su familia?, además estaban en una extraña relación sin nombre.

Una relación donde sin notarlo, ambos tenían sentimientos encontrados.

—Mara, su nombre era Lee Mara —contestó sin vacilar. Yoongi asintió en silencio.

Nombre, apellido y fecha de muerte coincidían con las de su madre y le resultaba aterrador lo que estaba pasando por su cabeza en aquel momento. Pero aun así no podía aceptarlo, porque para Yoongi era solo una coincidencia, él hombre con el que había compartido los últimos meses no podía ser su hermano, se negaba a aceptarlo.

Todo su subconsciente gritaba que así era y no podía evitarlo, sin embargo su corazón le decía lo contrario. 

Quería creer en su corazón, quería creer que el no mentía.

—Un nombre común —y claro que lo era para él, después de todo también era el nombre de su madre. 

Una opresión en su pecho le dificultó la entrada de aire a sus pulmones.