Cattleya -[Yoontaegi]

#31 Peligro.

❝Los días malos no son nada para mi, contigo❞ —Winter Bear, Kim Taehyung (Bts). 

Un bostezo escapó de entre sus labios y sus ojos se volvieron acuosos a causa de este, tenía sueño y moría por tomar una siesta como acostumbraba, pero para su desgracia Jungkook y Hoseok no se lo permitían, pues debía estar atento al plan para el rescate de Jimin, pero la verdad era que Jungkook no quería quedar a solas junto al pelirrojo, porque las cosas entre ambos se pondrían muy intensas.

Pues aún faltaba consumar del todo su reconciliación.

—¿Entendiste? —cuestionó Jungkook mirando al pálido, quien apoyaba su cabeza sobre la palma de su mano intentando mantenerse despierto.

—La verdad es que no —confesó—. Tus palabras han sido como canciones de cuna para mis oídos —sonrió medio adormilado. Hoseok se rio y Jungkook no tardó en reprenderlo con una sola mirada.

—Solo déjalo tomar una siesta, ya verás como se recompone —abrazó a Jungkook por la espalda, el cual no tardo en pegar su cabeza al pecho del pelirrojo—. Así nosotros también podemos tomar una y tomarnos —mordió el lóbulo de la oreja del menor, quien inconscientemente soltó un audible gemido que atrajo la atención del pálido.

Yoongi alzó la mirada, para luego alzar una ceja con diversión. Ese par no era para nada discreto y lo sabía por experiencia propia, pues en el pasado más de una vez los había pillado en plena acción y un sonrojado Jungkook siempre era la atención de la escena.

—¿Qué clase de película porno tramas esta vez Hoseok? —cuestionó Yoongi hacia su amigo, sin pasar desapercibido el sonrojo en las mejillas de Jungkook.

—No lo sé, ¿alguna sugerencia? —cuestionó de vuelta Hoseok apoyando su mentón en el hombro del castaño.

—Usen protección —sonrió el pálido levantándose del sofá, donde horas atrás se había sentado—. Dormiré en tu habitación Jungkook, mi cuerpo pide cama —se estiró, para luego emprender camino hacía la habitación nombrada que para su suerte estaba solo a unos 10 pasos de distancia.

Pasos que no tardo en recorrer, pues el haber pasado la noche en vela le estaba pasando factura y sus parpados volviéndose pesados con cada segundo que transcurría lo confirmaba.

—¡NO! —gritó Jungkook sobresaltando a Yoongi quien tenía la mano sobre la manilla de la puerta. El pálido se giró y los miró a ambos—. Duerme en la de Hoseok, es que la mía esta sucia —sonrió con nerviosismo.

—Voy hace como que te creo para ahorrarme la conversación y dormir —cambió de dirección y caminó sin voltear a ver al par que suspiró de alivio tras su espalda. 

Ellos a veces eran tan extraños.

Jungkook se giró quedando frente al pelirrojo, quien acarició su rostro para luego desviar su mirada hasta los labios del menor, quien los mordió inconscientemente provocando a Hoseok, el cual sin dudar tomó los labios de menor entre los suyos dándole inicio a la reconciliación de la pareja.