#33 Viaje al pasado.

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❝Se siente como si estuviera solo, por mi propia cuenta. —So Far Away, Agust D (Bts). 

Observó las luces neones sobre su cabeza que parpadeaban sin cesar, tenía que hacerlo, ya había llegado hasta ahí, no era momento de dar marcha atrás

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Observó las luces neones sobre su cabeza que parpadeaban sin cesar, tenía que hacerlo, ya había llegado hasta ahí, no era momento de dar marcha atrás. 

Entró a paso firme dentro del lugar, el guardia la saludó con un asentimiento de cabeza que no se molestó en devolver, pues si por algo Mara era conocida era por su malos modales.

¿Buscas a Soojuk? —cuestionó una familiar voz a su espalda, se giró y una brillante sonrisa no tardó en aparecer frente a sus ojos—. Tiempo sin verte Lee —volvió a decir.

—Lo mismo digo Jung, ha pasado tiempo —sonrió—. ¿Dónde está Soojuk? —cambió notablemente su actitud al mencionar el nombre del individuo.

—En el tercer piso, zona VIP —informó el pelirrojo. Mara asintió y se dispuso a caminar en dirección hacia la zona dicha, pero una mano alrededor de su muñeca le impidió continuar—. Ten cuidado, sabes que nunca debes confiar en Soojuk del todo, no después de lo que pasó —su muñeca fue liberada—. Se cuidadosa, él es una bomba de tiempo.

—Gracias Jung, pero se cuidarme sola —hizo una mini reverencia hacia su pelirrojo amigo y retomó su camino.

Miró la larga escalera que tendría que subir y bufó, ¿por qué Jung no ponía un ascensor para así facilitarle la vida?, pero luego de analizar sus palabras se dio cuenta de lo estúpido que sonaba un ascensor dentro de un Bar.

Subió las escaleras con pereza procurando bajar su vestido lo suficiente como para no llamar la atención de los ojos de Soojuk, pues si estaba ahí era para aclarar todos los malentendidos que había tenido con el susodicho y disculparse por los errores que había cometido con él, no para regalar un buena mirada de sus piernas.

Soltó un largo suspiro y sonrió contenta cuando finalmente logró llegar al tercer piso, definitivamente su estado físico estaba decayendo con cada día que se quedaba en casa descansando junto a Min, en lugar de estar en terreno haciendo trabajos para Soojuk. 

—Ojalá sonrieras así para mi —susurró una voz tras su espalda, al mismo tiempo que unas manos se ceñían alrededor de su cintura incomodandola. 

—Soojuk —murmuró alejándose de su cercanía. Si bien ella había cometido un error aquella noche creando ideas erróneas en la cabeza de su amigo, lo lamentaba y precisamente porque estaba arrepentida estaba ahí—. Necesitamos hablar.

—Para qué hablar si podemos hacer algo más delicioso con nuestras bocas —insinuó acercándose nuevamente hasta ella, disminuyendo su espacio personal.

—Estoy hablando en serio Kim, tenemos que hablar —dijo con seriedad cruzándose de brazos, Soojuk se separó de la fémina y tomó su muñeca arrastrándola con él a un lugar donde podrían hablar con calma sin ser interrumpidos.

Cattleya -[Yoontaegi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora