Cattleya -[Yoontaegi]

#35 Esta vez elijo salvarte.

❝Soy la raíz de todo estos, así que me pararé a mi mismo❞—The last, Agust D.

Risas y carcajadas era lo que escuchaba, nada de música, nada de subastas. Abrió los ojos con pesadez parpadeando reiteradas veces antes de poder centrar su mirada en algo fijo, las figuras frente a él se volvieron nítidas lentamente, hasta que finalmente pudo reconocer a la mayor parte de los presentes.

—Aún no termino de comprender por qué es necesaria su presencia —habló Jun jugueteando con el cabello de Nam entre sus dedos.

Las manos del pelinegro frotaron su rostro intentando borrar todo rastro de somnolencia, parpadeó confuso al ver que ninguna de sus extremidades estaba atada, apartó sus manos y fijó la vista en el centro encontrándose con un rostro que solo conocía por fotografías, Soojuk.

—Despertaste —comentó Soojuk provocando que todos posaran la vista en él.

—No, está durmiendo con los ojos abierto —murmuró una familiar voz a su lado con ironía. Fue ahí cuando notó a su rubio amigo sentado unos metros alejado de él, su rostro estaba magullado con varios moretones en él, pero su cabeza cubierta por parches lo preocupó. 

Jimin estaba como la mierda.

—Park Jimin —el padre de Jimin lo miró con molestia, pero el aludido ni se inmuto solo se dedicó a regalarle una sonrisa llena de hipocresía.

—Dígame padre, ¿qué necesitas esta vez? —cuestionó Jimin sin apartar la mirada de su progenitor que formó puños en sus manos—. ¿Quiere que me tire a alguno de tus socios? —le devolvió la mirada—. Oh no espera, ¿quieres que mate a tío Soojuk? —rio.

—Deja de decir estupideces niño —resoplo—. ¿Olvidaste tomar tu medicina?

—¿Medicina?, ¿hablas de las pastillitas amarillas para doparme? —respondió con otra pregunta aumentando el enojo de su padre—. Se me cayeron, ups —cubrió sus labios, para luego volver a reir con travesura. 

El progenitor de Jimin no soportó aquella burla y no pudo evitar ponerse de pie para reprender a su hijo como todos en aquella familia lo hacían, a golpes. Soojuk quien se encontraba junto él lo sostuvo del brazo y negó, si bien a Soojuk le molestaban las actitudes de su pequeño sobrino esta vez las dejaría pasar, pues no quería perder tiempo en estupideces sin sentido.

Quería terminar pronto.

—No tenemos tiempo para discusiones, al menos no para las suyas —miró a los Park, lo cuales asintieron a excepción de Jimin. Si su padre y hermano eran unos besa culos era problema de ellos, él por su parte haría lo que le viniera en gana, pues a esas altura de su vida ya no tenía nada que perder.

Solo su vida.

Vida que no le interesaba vivir, si no era estando junto a Yoongi y por lo que suponía, él ya no lo veía como un amigo.