Capítulo 2

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Gracias al cielo, nadie se enteró de lo ocurrido con Spi, aunque debo admitir que me preocupa, si eso sigue pasando, tendré que decirles, no puede ser posible que me esté dejando botada, si no hubiese sido tan terca y hubiese aceptado el bastón, tal vez no pasaría por eso, pero me niego a usarlo.

-Sakura, no se te olvide que mañana quedaste en ir conmigo al hospital -escuché la voz de Touya-

-¿No te han enseñado a anunciarte?

-Solo estás acostada, y la puerta la dejaste abierta... si quieres privacidad, ciérrala -tenía unas enormes ganas de estrangularlo, Touya no cambiaba-

-Touya, deja a Sakura -escuché la voz de Yukito-

-Solo le vine a recordar lo de mañana, tampoco es para que se pongan así -escuché el suspiro de mi hermano- te quiero cerezo.

Era la primera vez que Touya se dirigía a mí como cerezo, desde el accidente, me había dejado de llamar monstruo, y únicamente me llama por mi nombre, aunque suena muy raro, ya me había acostumbrado a pelear por lo que me decía y ahora se podría decir que hasta extraño que me diga así.

-Mañana también te van a revisar, tal vez ya haya un avance -comentó Yuki, únicamente pude soltar un suspiro cansino, detestaba que me revisen, más porque les daban esperanzas a todos y yo sé que nunca podré volver a ver-

-Quiero descansar Yuki, hoy fue un día muy extraño.

Sentí el momento justo en el que me besó la frente y escuché cuando salía y cerraba la puerta de mi habitación, nada en este mundo me haría tan feliz que recuperar mi vista, pero después de cuatro años en la oscuridad, me he acostumbrado, decidí dejar de pensar en eso, no me ayudaría en nada, solo en martirizarme, cerré mis ojos para poder dormir y en mi mente se me reproducía la voz de aquel sujeto del parque, el cual resultó ser el tío de la niña, únicamente veía una silueta ¡Cómo me gustaría saber su aspecto! Su voz era muy varonil, debo admitir que me gustaba escucharlo, aunque la tercera vez que habló, no me gustó como se expresó.

¿Cómo era posible que estuviese soñando con un perfecto extraño? Esto si era una locura, en toda la noche solo soñaba con su voz, me sentía como una tonta, eso no me pasó ni cuando conocí a Eriol y eso que él también me intrigó, al principio porque no me hablaba, yo únicamente iba a su salón a escuchar que tocara el piano, hasta que un día nos pusimos a platicar y me agradó, así nos convertimos en amigos, según él, es muy guapo, usa anteojos y su cabello según me contó es negro azulado.

Ojalá tuviese el valor para preguntar cómo era, si le preguntaba a Suki, sería blanco de toda burla, más porque sería la primera vez que me interesaba por alguien del sexo opuesto, además, jamás he tenido que preguntar cómo son las personas, simplemente me las describían, me sorprendió no haber recibido una descripción de aquel desconocido.

"A lo mejor está feo y no vale la pena" escuché la vocecita en mí cabeza

Me dormí con la voz de ese desconocido altanero en mi cabeza y me desperté aún con su voz, tenía que sacarme esa voz de mi cabeza antes de que me siguiera inquietando más, me desperecé y comencé a arreglarme, hoy acompañaría a Touya al hospital, además que me tocaba el chequeo, me han dado un 75% de esperanza de recuperar la vista solo si me someto a una operación, Touya dice que es un porcentaje aceptable y que debería de aceptar, pero me niego a someterme a dicha operación cuando existe un 25% negativo de por medio.

–¿Cómo está mi prima favorita?

Esa voz me emocionó mucho, llevaba sin escucharla por seis meses, mi prima Tomoyo Daidouji se había ido a estudiar a París, estos seis meses estaba viendo todo su papeleo de titulación además de estar trabajando en los diseños que le habían encargado una casa de modas de alto nivel, estaba muy feliz por ella, había conseguido todo lo que se había propuesto y estaba segura de que seguiría así.

A Través De Tus Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora