Capítulo 16

814 53 49
                                    

Es la mejor navidad que he vivido, puedo ver, aunque aún me faltan los estudios a los que me someteré mañana, estoy ansiosa pero feliz, no sé si Shaoran podrá estar a mi lado, y aunque no lo esté, él es lo primero en lo que pienso al despertar y lo último al dormir.

–No quiero despedirme de ti –Shaoran acomoda un mechón que se me sale a cada rato de mi peinado–

–Yo tampoco, igual y nos veremos después.

Son las primeras horas juntos como novios y no quiero despedirme de él, aunque es demasiado tarde, ya todos comenzaron a despedirse, en especial porque los niños se durmieron.

–Xiao Lang, es hora de irnos –escucho la voz de la señora Ieran–

–Te llamo más tarde, tendré que ir al hospital en unas horas –besa mi frente– te amo hadita.

Me quedo como boba mirándolo, qué hubiese sido de mí si no pudiese ver en estos momentos, creo que solo hubiese sonreído como boba, en cambio, aquí estoy no solo mirándolo también sonriendo.

Lo veo irse, son las cuatro de la mañana, entre festejo y festejo nadie ha dormido, nos despedimos de mi tía y de Tomoyo, bien podríamos quedarnos a dormir, hay suficiente espacio para nosotros, sin embargo, quedamos en vernos hasta más tarde, sobre todo porque debo descansar un rato, o más bien todo el día, los ojos comienzan a picarme.

–¿En dónde estuviste el resto de la noche? –miro a Touya–

–Estuve con Shaoran –digo mientras me recuesto en el asiento y cierro mis ojos–

–¿Son novios? –ahora habla Yukito, con él no hacen tanto pleito–

–Tal vez...

Quiero ver sus reacciones, solo que estoy muy cansada y los ojos comienzan a pesarme, además, no quiero tentar mi suerte, es un milagro que yo pueda ver, y aunque sigo ansiosa por los estudios a los que debo de ser sometida, debo de ser valiente ahora.

–Cerecito, solo dinos, sabes que debemos tener una plática con él, no dejaremos que se porte como un imbécil –espeta Yukito–

–¡Le dije que no se acercara a ti! –dice Touya malhumorado– me va a oír.

Los ignoro por completo, estoy demasiado contenta como para tomarle importancia a las palabras de mis hermanos, los quiero, son lo máximo, y sé que se preocupan por mí, aunque eso no les da derecho a meterse en mi vida, además, estoy muy cansada para responderles.

–Dejen a su hermanita, ella no sometió a ninguna de sus novias a pláticas absurdas –los reprende mamá–

Sonrío victoriosa, me agrada cuando los reprenden, a pesar de estar grandes, siempre les toca y hacen lo que mamá o papá dice, son unos niños grandes.

Llegamos a casa, cada uno se dirige a la habitación que les corresponde, yo tomo mi tiempo, no quiero dormir, siento que sigo viviendo en un sueño, toco mis labios inconscientemente, tampoco puedo creer que ya tengo novio, es lo mejor que me pudo haber pasado.

–Cerezo, en verdad no quiero que tengas nada con Li, no te conviene –escucho a Touya–

–Para ti, nadie me conviene, ¿Qué problema le encuentras a Shaoran? Él ha estado conmigo en este poco tiempo, lo conozco y me agrada mucho, tú no tien...

–¡Está casado! –grita–

–¿Qué? Me estás mintiendo –su cara lo delata, si fuese real lo que dice jamás se hubiese hecho su amigo o yo que sé, solo sé que miente–

No puedo creer hasta qué punto puede llegar Touya, inventar que Shaoran está casado, es lo más bajo que puede hacer.

–Debe tener algún defecto, algo oculta, tal vez no esté casado, pero no te conviene –lo miro furiosa, no es posible que esté levantando falsos a una persona y se supone que son o eran amigos–

A Través De Tus Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora