Capítulo 7

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Luego de llegar a la casa, mi papá me acompañó a caminar con Kero, es un gran compañero, no quiero decir que Spi no lo fuera, pero para ser el primer día que salgo con él no me ha fallado, por el contrario, cuando intento cruzar y no es tiempo me jala, cosa que con Spi casi no pasaba, creo que es por la edad, cuatro años estando conmigo debió ser muy difícil.

–Y llegamos al parque –indicó mi papá, dirigiéndonos a ambos–

–Kero, busca una banca –ordené como hacía con Spi–

Sentí que mi perro me jaló y avancé junto a él, debía de hacerlo como si no estuviera mi papá, de lo contrario, no podría salir nunca a solas y eso me haría depender de nuevo a las personas y es lo menos que quiero en estos momentos, al cabo de un rato, Kero se detuvo empecé a tantear un poco y sentí la banca junto a mí.

–Buen chico –metí mi mano en la bolsa de croquetas que cargaba y saqué un poco para dárselas a Kero, se lo ganó–

–Tal vez mañana podrías intentar salir a solas con Kero –escuché la voz de mi papá–

–Me encantaría, debo acostumbrarme a él y que él se acostumbre a mis rutinas –pasé una mano en el suave pelaje de mi perro, Kero es más cariñoso que Spi–

–Recuerdo que te gustaba venir a este parque todos los días cuando salías de clases, Touya siempre se quejaba porque te demorabas y Yukito intercedía por ti, es increíble cómo pasan los años –la voz de mi papá sonaba melancólica– si tan solo me hubiese fijado, tú tendrías una vida normal y tus cumpleaños serían más...

Sujeté la mano de mi papá, no quería que recordara ese día, nadie se tiene la culpa, fue un accidente.

–Pasó lo que tenía que pasar, tengo una vida normal, no veo, pero estoy viva –sonreí– es tiempo que se dejen de preocupar por mí.

–Eres nuestra pequeña, después de diez años no pensamos tener una hija, por eso te cuidamos demasiado –lo sentí rodearme con sus brazos, mi papá siempre se había mostrado muy positivo ante todo lo que pasamos, es raro que ahora se esté abriendo–

–Touya exagera en su manera de protegerme, ya no soy una niña... ¿qué haremos para navidad? Aun no compro regalos, pero pretendo darles algo muy especial –traté de cambiar el tema, no quiero recordar el accidente–

Papá me explicó que tendríamos una cena en casa de tía Sonomi, pero primero iremos al recital de ballet, aunque no puedo ver, me gusta ir, solo me concentro en la música y además, voy para apoyar a la academia y a Eriol.

–Este año será el recital del cascanueces, tu obra favorita.

–Estoy empezando a cambiar de parecer –suspiré– ya me fastidié de practicar el baile del hada de azúcar.

–Yukito dice que bailas muy bien, debiste de participar, deberías intentarlo en el próximo recital –puntualizó mi papá–

–Tal vez... –me encogí de hombros–

Estuvimos en el parque hasta que sonó mi alarma que indica que debo comenzar mi camino a la academia, por lo que tomé la correa de Kero y me levanté de la banca.

–Kero, a la academia.

Sé que es su primer día, pero debo de darle las órdenes para que se acostumbre, la academia está entre el parque y mi casa, por lo que no hay mucho pierde, pero Kero no sabe eso, así que el hecho de que mi papá esté conmigo, es de mucha ayuda ahora.

Unos minutos más tarde, mi papá indicó que ya habíamos llegado, le di un poco más de croquetas a Kero y lo até tal y como hacía con Spi, mi papá dijo que le daría un poco de agua, por lo que entré a la academia para poder irme a cambiar la ropa, Suki me saludó cuando pasé y por estar ocupada no fue a ayudarme, no es que lo necesite, pero me gusta tener compañía.

A Través De Tus Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora