A Través De Tus Ojos.

Capítulo 6

Al llegar a casa siento a Kero correr a mi alrededor, ¿por qué se que es Kero y no Spi? Por el tamaño, Spi ya había crecido y me llegaba hasta encima de las rodillas tal vez más, y además está el pelaje, se siente diferente al de Spi.

–¿Cómo les fue en el hospital?

La voz cantarina de mi mamá me hizo sonreír y caminar hasta la cocina, muero de hambre y los olores que están por toda la casa no hacen más que darme mucha más hambre y que mis intestinos protesten.

–Bien, los pequeños son un amor y al final me pidieron que les leyera el cuento nuevamente el sábado –jalé una silla y me senté, sé que le estoy mintiendo a mi mamá, pero aún nadie puede saber que estoy considerando hacerme los estudios–

–Tomoyo vino a verte, me dijo que vendría más tarde... y ve a lavarte las manos o no te daré de comer.

–Esta bien –me levanté de mi asiento y me fui a lavar las manos, no es que me quedara de otra–

Para cuando volví, ya me estaba esperando mi comida, y Yukito y mi papá no tardaron en sentarse con nosotras, son de los momentos que más me gustan porque estamos juntos como la familia que somos.

–¿Touya no comerá? –cuestioné al no escuchar su voz–

–Cerecito, Touya está con la boca llena y tragando todo lo que puede a su paso –se burló Yukito–

–Hijo te vas a atragantar –lo reprendió mi papá, pero seguía sin hablar–

–Y se supone que Yukito es el glotón –puntualicé–

–Voy tarde, tengo turno, guardia y regresaré hasta mañana en la noche –escuché como tomaba de su refresco–

–No te deberías exigir mucho hermano –fruncí un poco el ceño–

–No te preocupes cerezo, tengo quien cuide de mí –escuché todos sus movimientos, desde que recogió sus platos, los dejó en la cocina y hasta cuando se acercó a mí y besó mi cabeza–

Fue lo más extraño que ha hecho, además de comenzar a decirme cerezo, son pequeños actos que él no tenía conmigo, y no me malinterpreten, me gusta, pero también me llama la atención que se esté portando de esa manera conmigo.

Mi mamá comentó qué estaría ayudando a mi tía Sonomi en un evento de recaudación para los niños que más lo necesitan, en conjunto con mi bisabuelo, hicieron una fundación que abarca casi todas las razones sociales, tienen diversos talleres tanto como para adultos como para niños, ahí también voy de vez en cuando a leer cuentos.

–Mañana podrías acompañarnos, así Yukito podría relajarse y ocupar su tiempo en lo que guste –comentó mi mamá–

–Como en Nakuru –acoté y me llevé un bocado en la boca y escuché que Yukito se atragantó con la comida–

El resto de la comida Yukito decía que estaba confundiendo las cosas, y mis papás trataban de apaciguarnos a ambos, luego trató de desviar el tema a la actitud de Eriol, creí que no se había dado cuenta, pero me equivoqué, también a Yukito se le hizo raro su manera de expresarse.

Cuando acabé, me fui a mi habitación, quería leer un poco y barajar mis opciones, diciembre está a tres semanas de terminar, y le aseguré al doctor Li que me haría los estudios una vez acaben las festividades, claro que puedo cambiar de parecer.

Además, si viera, podría recuperar la vida que tenía antes, podría volver a ser la misma, podría volver a patinar, a salir sin tener que preocupar a nadie, podría bailar en los recitales sin tener miedo de arruinarlo, podría estudiar una carrera, podría hacer muchas cosas, si recuperara la vista los "podría" se cumplirían.