XXXVIII. Tuyo

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Miércoles 9 de abril de 2014

[Punto de Vista Alice]

Asentí despacio. Si no era capaz de darme lo que yo quería, lo que ansiaba, entonces eso tendría que acabarse. Asentí durante unos segundos. Asentí ante su atenta mirada. Asentí conteniendo las lágrimas.

Él bufó. Metió las manos en los bolsillos de su cazadora, con una evidente decepción extendida por su rostro, y dio media vuelta sin añadir una palabra. Me rompí allí mismo, observando su indiferencia tras la ruptura de nuestra no-relación. Apelé a la fuerza que llevaba recordándome toda la tarde que debía tener, y yo también giré mi cuerpo para alejarme de él. Me tumbaría en el sofá, tal vez lloraría un rato abrazada a Chloe, y al día siguiente haría frente a mi primer día sin él.

No pude detenerme demasiado a pensar en el desenlace de nuestra historia, pues una mano tiró de la mía, tiró de mi cuerpo, tiró de mí. Di la vuelta para encontrarme con la imponente figura de Louis a tan solo unos centímetros y me besó antes de que pudiera reaccionar. Soltó mi mano para aferrar mi rostro con fuerza, incitándome a que me mantuviera pegada a él. Parecía querer desgarrarme la piel si con eso conseguía mantenerme cerca. Movió sus labios con velocidad sobre los míos, como si llevara siglos sin probarlos. Me dejó ver todo lo que había dentro de él, y eso terminó por hundirme en los restos de su muro ya derruido. Me necesitaba a su lado, pero nunca sería capaz de reconocerlo.

- Alice, no quiero dejar de verte -susurró, aún pegado a mi boca. Me dio un tosco beso y volvió a retirarse-. No quiero que nos alejemos -sus suaves dedos acariciaron mis mejillas y observé cómo cerraba los ojos, apoyando su frente en la mía-. Te juro que no volverás a verme con otra persona.

- No verte no implica que no vayas a estar con otra.

Suspiró.

- No puedes pedirme eso -imploró, con dolor.

- Sí, ¡sí puedo! -Levanté la voz, desesperada-. Y lo estoy haciendo porque no puedo soportarlo más. No puedo imaginarte con otra, Louis, ¿no lo entiendes?

- No tienes que pensar en ello. Piensa en... nosotros.

- ¿Nosotros? -Reí-. ¿Es que acaso existe un nosotros para ti?

- Sabes que sí -respondió, de inmediato, cortándome la respiración.

Me quedé sin fuerza.

- Pues no lo demuestras -gimoteé, consciente de que no podría contener más tiempo las lágrimas que se agolpaban en mis ojos dispuestas a salir.

- ¿No te lo he demostrado? -Preguntó, alejándose de mí, frunciendo el ceño.

- Este es el momento en el que tienes que demostrarlo.

Alcé mi mano y atrapé con dos dedos una lágrima que estuvo a punto de resbalar de mi ojo derecho. Estaba jugándomela al todo o nada. Había perdido la fuerza, pero por lo visto podía seguir siendo valiente.

- Mañana vengo a verte -dijo, sin ofrecerme una respuesta.

- ¡No! -Exclamé.

Me faltó poco para patalear. Me faltó poco para acercarme al mueble que tenía a nuestra derecha y romper el jarrón que contenía unas estúpidas flores de plástico. Me faltó poco para aporrearle el pecho exigiéndole algo definitivo.

- Alice, esto no puede acabar.

Se dio la vuelta y comenzó a andar hacia la salida.

- Pero ¿por qué eres tú el que decide eso? -Grité, sin contener las lágrimas que en esa ocasión brotaban por rabia-. ¿Por qué tienes que decidir tú solo algo que nos concierne a los dos? -Fui tras él, enfadada como nunca antes lo había estado-. ¿¡Qué parte es la que no entiendes de que esto se ha acabado!? ¡Dime qué es lo que no entiendes! Si en algún momento hubiéramos estado juntos, ¡esto sería una ruptura!

More than this | Fan-fic de Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora