Viernes 21 de marzo de 2014
Alice
– ¿Te molesta? –Me atreví a cuestionar, al cabo de unos segundos interminables en los que su mirada seguía intimidándome como nunca lo había hecho.
–Sólo estoy preguntando –carraspeó, tratando de restar importancia a un asunto que, realmente, parecía tener importancia para él. Sino, ¿a qué venía ese gesto tan serio?–. ¿Has conocido a otra persona?
Su voz sonó taciturna de nuevo y me revolví en el sitio.
Rompí su abrazo a regañadientes conmigo misma. Flexioné una pierna por encima de las suyas y, dándome impulso, acabé sentada sobre él. Apoyé las manos en sus hombros y me incliné para besar sus labios. Que no admitiera demasiado tiempo nuestro contacto fue una prueba más de que, por primera vez, necesitaba verdaderamente mantener una conversación.
– ¿Por qué no me contestas?
Sonreí para mis adentros. ¿Estaba celoso?
– Puede –me limité a decir, jugando con su paciencia.
Rodó los ojos y dejó escapar un suspiro. Reprimí otra risa.
– ¿Puede qué?
– Puede que haya conocido a otra persona.
Repentinamente, todas las facciones de su rostro se relajaron, incluso su postura me indicó una total falta de tensión cuando sus hombros se relajaron. Mis esperanzas se fueron al traste. ¿Le tranquilizaba que hubiera conocido a otro? Tragué saliva. Quizá era eso lo que estaba esperando. Quizá estaba esperando que despertara y dejara de depender exclusivamente de él.
– ¿Cómo es?
Su voz sonó lejana al estar absorta en mis pensamientos. Me obligué a mirarle de nuevo, controlando las emociones que empezaban a aturdirme, y me di cuenta de que no había entendido su pregunta.
– ¿Cómo es qué?
Alzó su mano y repasó el contorno de mi rostro con su dedo índice, con mucha delicadeza; justo lo que menos necesitaba en esos momentos, un gesto tierno por su parte que acabara por desarmarme del todo.
– ¿Cómo es él, la persona que has conocido?
Elevé las cejas, mostrando desagrado por lo que acababa de preguntar.
– Eres un chismoso –escupí.
No había nada de diversión en el adjetivo que había utilizado.
– Tengo curiosidad –exhibió una sonrisa tras emplear las palabras en las que yo siempre me había escudado para tratar de saber más de él–. ¿No vas a contarme cómo es?
– Es un hombre –contesté, con rotundidad–. Y en eso se diferencia bastante de ti.
Estalló en carcajadas y agachó la cabeza, interrumpiendo el roce de sus manos en mi cintura y pasándoselas por el pelo. En cualquier otra ocasión hubiera disfrutado de su reacción, que escondía cierto dolor ante mis palabras, pero en esos momentos estaba demasiado desanimada como para hacer otra cosa que no fuera mirarle y preguntarme de qué manera podría llegar a ser algo para él.
– Claro, porque yo no soy un hombre. ¿Qué más?
Resoplé.
– ¿Qué más quieres saber?
–Todo lo que un no-hombre chismoso querría saber en una ocasión como esta.
No estaba para tonterías, ni tampoco para bromas, ni tampoco para aguantar cómo se divertía a mi costa. No podía creer que no estuviera percatándose de la expresión que estaba inscrita en mi cara desde hacía un par de minutos, ¿por qué no paraba ya con aquello?
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More than this | Fan-fic de Louis Tomlinson
Fiksi Penggemar"Nuestros ojos chocaron por sexta vez en la noche y me estremecí. ¿Qué había en ellos? ¿Estaba viendo deseo en los ojos de Louis Tomlinson?" _ Esta obra es originariamente mía.. No ha sido revisada desde su creación, en 2014. Desde entonces, mi modo...