Capitulo 11

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Álvaro me miraba con preocupación, con demasiada preocupación.Me levanté como pude y me situé a su altura, antes de empezar a hablar miré fijamente a mi amiga, ella asintió con la cabeza, gesto que me tranquilizó.

Comencé a hablar pero no me salían las palabras, no era capaz de expresar todo lo que sentía en ese momento.Alvaro notó mi nerviosismo y me obligó a sentarme en una silla, siempre bajo la atenta mirada de Vero.

Nos quedamos en silencio hasta que Alvaro se decidió hablar.

- Andrea, ¿va todo bien?- preguntó colocando una de sus manos en mi hombro - estás extremadamente nerviosa y eso en tu estado no es bueno-

- B-blas no quiere saber nada de mi, se ha ido, se ha ido - comencé a gritar mientras golpeaba la mesa con el puño de mi mano - por un triste polvo me ha dejado.

- Un triste polvo que te ha dejado un regalito- intervino Vero frunciendo el ceño- Mira Andrea yo no soy quien de juzgarte, respeto tu decisión de seguir adelante con el embarazo pero debes de entender que para Blas es difícil ver al amor de su vida embarazada de su mejor amigo. - suspiró- no voy a negarte que a mi no me gusta nada esta situación pero creo que me necesitas a mi y a Álvaro, además le amo demasiado- añadió Vero.

En ese momento agradecí las palabras de Vero y me alegré por ellos dos, por lo menos ellos sí intentarían continuar su relación.

Desde que se fuera Blas por aquella puerta la tarde se me hizo eterna, estaba decaída y no tenía ganas de nada solo de morirme, quizás la muerte era la solución.

Vero no se separó de mí en lo que quedaba de tarde, estaba pendiente de cada uno de mis moviemientos, impidiendo que realizara cualquier tipo de esfuerzos.

-          Andrea, en tu estado no debes coger pesos- decía

Sabía perfectamente que lo decía por mi bien, pero en alguna que otra ocasión me daban ganas de matarla en el sentido cariñoso.

Ese mismo día habíamos acordado que tanto ella como Álvaro se iban a encargar de vigilarme, la idea no me gustó para nada ya que quería llevar una vida completamente normal, además aún no sabía de cuanto estaba embarazada, de eso estábamos hablando cuando apareció la rubia de bote por la puerta.

-          Vaya, vaya, pero que casualidad- dijo con sarcasmo- veo que tenía razón y eres una simple empleada, una barriobajera- dijo con desdén.

Vero se abalanzó sobre ella, yo lo haría pero dada en la situación en la que estaba no me convenía meterme en ese tipo de líos.

-          ¿Cómo has llamado a mi amiga?- preguntó Vero- repítelo.

-          Barriobajera, y por lo que veo tu eres igual que ella- dijo mirándola de arriba a abajo con cara de asco- buscaos novios de vuestra categoria- añadió.

Durante todo este tiempo, yo me dediqué a lanzarle miradas de odio ¿ como podía Blas aguantar a alguien como ella?

-          ¿Y a que has venido, si se puede saber?- preguntó Vero con desdén.

-          Pues nada, pasaba por aquí con MI novio y se me antojó un poco de chocolate- dijo indiferente- ¿porque aquí vendeis chocolate, no?

-          Si- contesté abriendo por fin la boca.

-          Pero si sabes hablar !- exclamó con ironía- y yo que pensé que era mudita.

En esos momentos me entraron unas ganas tremendas de atizarle,de echo dí un paso hacia ella y si no fuera por Vero le estaría tirando de los pelos.

Cioccolato ( Blas Auryn  y Alvaro Auryn )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora