Tenía delante de mí la oportunidad de preguntarle a Blas todas las dudas que me asaltaron esa misma mañana. Me armé de valor y decidí romper el silencio.
- Blas… - comencé a decir-
- Dime- contestó fijando en mí su mirada.
- Esta mañana he encontrado un papel escrito dentro de un bolsillo del pantalón que llevaba puesto el día del accidente- solté de golpe haciendo que Blas pegara un salto- ¿Es cierto lo que escribiste?- pregunté curiosa.-
- Si-dijo Blas agachando la cabeza avergonzado- Lo siento si te ha molestado….-
- Emmm, no, claro que no me ha molestado, solo que me ha… sorprendido un poco- le dije alzándole la barbilla.- ¿Sigues pensando lo mismo?¿ sigues sintiendo lo mismo? - pregunté mirándole a la cara.
- …. …. …. Si- dijo mirándome a los ojos- Claro que si .
En ese instante se me paró el mundo, todo lo que había a mi alrededor dejó de importarme, sólo existíamos él y yo y nadie más. De pronto se creo un silencio a nuestro alrededor, sólo se escuchaban nuestras respiraciones agitadas por el deseo que nos teníamos.
En ese instante fue cuando verdaderamente fui cosnciente de las palabras que acaban de salir de la boca de Blas. Ahora el sentimiento era mútuo, ambos nos queríamos, nos amábamos. Pero como en todas las historias de amor siempre había algo o alguien que impedía que la historia contunuase, en nuestro caso teníamos a alguien con cara y nombre: CLAUDIA.
Ambos sabíamos que no iba a ser fácil deshacerse de ella y más aún sabiendo los problemas que tenía Blas con ella, problemas que estaba dispuesta a averiguar.
- Blas- dije rompiendo el silencio que nos rodeaba- Yo también te quiero, pero tu estás con Claudia y…
- Pero yo no la quiero- interrumpió Blas agachando la cabeza- Lo nuestro no va más allá de un simple polvo diario, es una larga historia- dijo suspirando.
- Puedes confiar en mi- dije pasando mi brazo por su hombro- al fin y al cabo somos amigos, ¿no?
No me gustaba ver a Blas así y muchos menos por culpa de la arpía de Claudia, sin duda debía de ser algo gordo, porque por lo que me contó Álvaro sobre Blas, él no era el típico chico que buscaba sexo en una chica.
Tras unos minutos que se me hicieron eternos, Blas abrió la boca pero así como la abrió la cerró. Se le veía triste. Me sentí estúpida y mala persona por intentar presionarlo, al fin y al cabo nos conocemos desde hace relativamente poco, era normal que aún no tuviera una confianza plena en mi.
- Andrea, estoy saliendo con Claudia por obligación. Su padre es un poderoso empresario inmobiliario, casi todas las inmobiliarias de este país le pertenecen- Blas hizo una pausa.- Estuvo saliendo con mi madre durante unos años pero al final ella lo dejó por malos tratos, le pegaba a todas horas, era horrible…- Intenté detener a Blas, no era necesario que pasara por esto, pero él continuó con su relato- Un día después de uno de nuestros conciertos , cuando estaba a punto de subir al Auryncar , recibí una llamada. Era mi madre diciéndome que le habían embargado la casa y todo lo que tenía, me quise morir en aquel instante, no sabía que hacer, fue entonces cuando me llegó el mensaje de aquel hombre diciéndome que si no salía con su hija, mi madre acabaría por vivir en la calle al igual que el resto de mi familia. Por eso debo permanecer con Claudia, pero TÚ eres la persona a la que amo.
Su historia me había dejado sin palabras, de verdad ¿aún existía gente así?. En ese instante odio más aún a Claudia, por su culpa Blas y su familia estaban pasándolo muy mal.
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Cioccolato ( Blas Auryn y Alvaro Auryn )
FanfictieAndrea por motivos económicos se ve obligada a mudarse a Madrid, la ciudad de las oportunidades, allí se encontrará con infinitas circunstancias algunas de las cuales le harán ver na vida de otra manera. El amor es como el chocolate,dulce o amargo...