Capítulo 13

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Por fin había conseguido que estos dos se fueran a casa a descansar, agradecía su compañía pero también me gustaba estar sola.

Después de comer me puse a ver un rato la televisión, hice zapping durante unos minutos hasta que me cansé. Sólo echaban programas de cotilleos que no servían para nada.

Iba a leer un poco cuando me llamaron por teléfono – Que querran estos dos ahora-pensé. Descolgué sin mirar la procedencia de la llamada, al otro lado de la línea sólo se escuchaban ruidos lejanos nada claros, estaba a punto de colgar cuando escucho su voz, su maldita voz.

-          Andrea... lo siento, siento haberme comportado como un imbécil- comenzó diciendo- te quiero y te echo de menos, todo este tiempo sin saber de tí me ha servido para darme cuenta de lo importante que eres para mi-

Me limité a escucharle, me conocía lo suficiente como para saber que si abría la boca me iba a venir abajo y no, no me convenía. Notaba sinceridad en las palabras de Blas, pero en más de una ocasión la sinceridad se la llevó el viento. Él estaba con Claudia y yo no podía hacer nada ¿ o si ? sabía perfectamente los riesgos que tendría si me reconciliara con Blas y uno de los riesgos que más me preocupaba era el bebé que venía en camino, no quería que nadie le hiciera daño. Pensar en el niño me hizo decidirme, aunque me doliera en el alma tenía que olvidarme de él.

-          Andrea, por favor, dime algo- suplicó a través del teléfono.

Suspiré, cogí aire y con toda la convicción del mundo me dispuse  contestarle.

-          Blas... yo .... yo no puedo perdonarte, no depués de lo que me dijiste en la pstelería, me dolió y mucho- dije con lágrimas en los ojos

-          Pero yo...- comenzó diciendo.

-          Lo nuestro ha terminado- mentí- tú ahora céntrate en Claudia y haz tu vida con ella.

-          Pero yo te quiero a tí, ella sólo me utiliza!- exclamó Blas, por su tono de voz lo notaba frustrado y triste, pero era lo mejor.

Iba a contestarle pero una segunda voz sonó a través de mi móvil.

-          Cariño, ¿ con quien hablas?- preguntó esa voz, que identifiqué como la voz de Claudia

-          Nadie, no estaba hablando con nadie- contestó Blas nervioso.

-          No me mientas Blas- Claudia estaba levantando la voz- Estás hablando con ella, verdad? Estás hablando con la zorra esa!-

-          No la llames así- exclamó Blas en mi defensa- estoy harto de ti y de tus órdenes-

-          ¿Así?- preguntó Claudia- prepárate

Tras decir esto la llamada se cortó dejándome en un estado lleno de nervios e incertidumbre. ¿Porqué Blas ha salido en mi defensa? ¿ le hará algo la rubia esa?

Había sido un error contestar a esa llamada, si ignorara el móvil nada de esto estaría pasando, miré el reloj, aún eran las cuatro de la tarde, aún quedaba un largo día por delante.

Pensé en llamar a Vero o a Álvaro para que volviesen y me hicieran compañía, después de aquella llamada tenía miedo, miedo de que les pasara algo o me hiceran algo.

Marque los números de mis amigos pero ninguno de ellos respodió – a saber que están haciendo- busqué el número de alguien dispuesto a venir a hacerme compañía, Dani y David estarían durmiendo o viciando a la play, les llamaría más tarde, tampoco quería molestar.

Cioccolato ( Blas Auryn  y Alvaro Auryn )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora