Capítulo 17

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-¿Gisell?

Dejé de prestar atención a los apuntes que recién había hecho en mi libreta acerca de los siguientes proyectos que tendríamos más adelante en el instituto. Alcé la vista encontrándome a Zabdiel que me mostraba una sonrisa de oreja a oreja. Llevaba puesto una playera blanca sin ningún diseño en ella y un pantalón mezclilla.

-¿Sí? -pregunté de vuelta, realmente sin nada qué decir.

-Gisell es tu nombre, cómo poder olvidar ese nombre hermoso.

Frunci un poco el ceño. Le resté importancia y seguí viendo en mi libreta. Según mis notas hace unas semanas atrás debí estar altando sobre el baile de graduación en el salón de gimnasia, por lo menos debía tener algo de billetes guardados, ¿pero cómo los tendría si el festival deportivo me estaba carcomiendo el cerebro de tanto estar allá y acá?

Zabdiel se posicionó al lado mío, mirando lo mismo que yo veía.

-Mucho trabajo, ¿no crees? -comentó él con cierto tono de preocupación-. Tus apuntes gritan ayuda, deberías escucharlo.

-Quizá -dije simple. Hasta que me asaltó la curiosidad y lo mire-. Qué tú no tienes nada que hacer o qué.

Zabdiel se encogió de hombros.

-Quizá -alargó un suspiro burlón y después me miró con una sonrisa que no supe bien descifrar-. Aunque si tú quieres, puedo hacer cosas que... ¿En qué puedo ayudarte?

Decir que comenzaba a malinterpretar sus palabras, ¿estaba bien? Negué dos veces con la cabeza.

-Gracias, pero estamos completos en el grupo y al parecer nadie necesita ayuda. Pero muchas gracias, se te agradece tu amabilidad.

Sonrió aún más.

-Bien -volvió mirada al frente donde todos estaban aportando su apoyo-. ¿Hace cuánto que estás de presidenta en la sociedad de alumnos?

No pude evitar la sorpresa a su pregunta.

-Hace dos años.

-Es mucho trabajo en dos años. ¿Cómo te va con Alex?

Alex...

-Es un buen compañero. -mentí.

-¿De verdad? -su sorpresa fue notable y me miró con ojos de plato.

-Bueno -comencé a decir, seguro y él ya sabía cómo era su amigo. Así que no había nada de malo con desmentir-, Alex siempre ha sido un brusco e igualado con todos sus compañeros. No se merece el respeto que uno le tiene tanto como la ayuda que le ofrecemos para que sea uno más agradecido. Alex siempre ha sido ese chico que le gusta fingir y mentir, todos decimos que seguro y le falta una pareja, ¿tu crees que le falte una chica para que este bien él mismo?

-Las chicas de este pueblo son muy bonitas, en especial una. -sonrió sin verme, porque no sé qué tenía el poste de la cancha que no dejaba de verla.

Me dio igual.

-Oí que a una de quinto le gustaba tu amiguito, pero él la hirió con decirle que no era su tipo, bueno pues pero quién sea creído ése.

-Alex es buen tipo, y si no la aceptó es porque no le gusta ese tipo. Claro como él lo dijo.

-Bueno pues -lo pensé un momento-, ¿y qué hay de la chica especial que dices? ¿Qué acaso no es para tu amigo?

-¿Qué? Pero, ¿te has vuelto loca? -negó con la cabeza como si fuese dicho el peor de los pecados-. ¿Cómo te puedes ver en una relación con Alex? Es asqueroso.

Amigos No ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora