Capítulo 16

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Las horas siguieron pasando y pasando como si fuese una persona sedienta bebiendo agua. Y como pasaban las horas, nuestros movimientos en la cancha de fútbol aumentaban; todos los del grupo de la sociedad de alumnos estábamos como nunca antes nos habíamos puesto. Ni siquiera nos pusimos así la anterior vez donde comenzaron hacer eso del festival deportivo.

Nos habíamos dividido en parejas, unos unían cadenas, otros las colgaban desde cada esquina de los postes, otros hacían los pedidos de los aperitivos, mientras otros se encargaban de acomodar las luces para cuando oscurezca en el festival, y por mi parte, me encargaba de verificar todo y de ves en cuando ayudar. Las horas las teníamos contando y no era justo que tanto tiempo llevando el proyecto a cabo, para que al final no nos saliera como pensábamos. Por eso, cada veinte minutos analizaba cómo andábamos decorando.

Llegué a la parte de Alex y su compañera Milly, ambos se encargaban de los aperitivos. Los tenían preparados, listo para que cuando comenzara el festival estuviera puesto en la mesa. Le sonreí muy contenta por el resultado, puesto que ya varios habían terminado su trabajo dado.

Les robee un trozo de pastel de chocolate que estaban por guardar.

—Esto sabe delicioso —gemí del sabor. Enserio que sí.

—Eso de robar aperitivos, no es algo que se vea en las presidentas de las sociedades.

Bastó con girar un poco a mi derecha para encontrarme a Zabdiel con rostro decepcionado. Sin mi permiso, me arrebató el pequeño trozo que me quedaba del pastel y se lo metió a la boca sin ningún problema.

—Eso se llama robar —chille viendo cómo lo saboreaba—. Pensaba comérmelo yo.

—Me lo dice la presidenta que aún sin empezar el festival, anda tomando cosas. —lamió el resto de chocolate que quedó en sus dedos.

—Era para probar —me justifique.

—Sí sí, eso dicen todos.

—Bien pudo tener algo venenoso.

—Y ahora que lo probaste, ¿contiene veneno y por ello es que has dicho que sabe tan bueno? Porque si es así, quiero cinco de este pastel.

Me puse un poco nerviosa sin saber por qué.

Hasta que decidí cambiar de tema.

—¿Y tú qué haces aquí? Porque de lo que yo sé, tú no perteneces a ningún club.

—Yo —se señaló como si no se lo creyera—. Acompañando a mis amigos, ¿qué tú no tienes amigos y por ello andas sola toda esta mañana? Pero descuida, aquí estoy yo para acompañarte, mis amigos no son celoso, ¿a qué no, Alex?

Y por fin me acordé. Alex estaba con nosotros, viendo cómo discutía con Zabdiel acerca del robo de pastel. No pude sentirme más roja, como su esa fogata que pensé que se había ido, volvió a fastidiarme la vida.

Alex sonrió sin ganas.

—Ves —continuó hablando Zabdiel con una sonrisa de oreja a oreja—, nadie de mis amigos es celoso, aunque James últimamente me lo ha demostrado un poquito. Pero que va, por supuesto que puedes ser mi amiga.

Me dio un abrazo rápido que ni tiempo me dio a reaccionar. ¿Cuándo le pedí ser su amiga?

Zabdiel era un idiota.

—Debo hacer otras cosas, nos vemos. —negué con la cabeza a dirección de Zabdiel.

—Nos vemos, amiga. —se despidió el sonrisitas con toda la emoción del mundo.

Volví a negar tratando de ocultar la sonrisa que amenazaba con salir.

Mientras un rato más tarde, donde la luna ya había salido y muchos de los que estaban entrenando ya salían a sus casas, me limite a esperar a Joel en un lado cerca de la cancha, esperando a que terminara de ducharse como me había dicho desde hace diez minutos antes. Los que seguían en la cancha eran muy pocos ya. La mayoría se había retirado en cuanto dieron las nueve, y en unos les deseaba buena noche puesto que al día siguiente ya era el festival deportivo y enserio queríamos que todo marche bien ese día. Mucho más en el tema central del festival; los jugadores.

Amigos No ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora