En la hora del receso, mis dos mejores amigos y yo nos dirigimos a nuestra mesa de siempre después de haber tomado nuestro almuerzo como todos los días. Llegamos a la mesa y fue donde comenzamos a comer en silencio hasta que de repente, Jess da un respingo como si se hubiese acordado de algo y apenas se acordara.
—¡Chicos! —exclamó abriendo los ojos de par en par, sorprendida.
Joel y yo nos fruncimos el ceño.
—¿Qué? —dijo él secamente.
—Pronto llega el festival deportivo.
—¿Y? —dije sin entender.
—¡No le he avisado a las chicas! —se puso de pie y tomando rápido sus cosas me dio un beso en la mejilla—. Debemos presentar un número y no tengo la menor idea de qué vamos hacer. Les regalo mi almuerzo.
Salió de la cafetería sin decir nada más y mientras caminaba a paso veloz fue inevitable no robar miradas por parte de chicos tanto como unas chicas. Jess era muy guapa. Y aunque se le viera nunca con ningún chico, no significaba que no le gustaran, mas lo malo, era que les tenía por un mal concepto y es que por culpa de aquel chico de secundaria que le rompió el corazón.
Sus ojos claros, su cabello castaño, su piel morena clara, su estatura de un metro con treinta, su buen gusto de la moda y su amabilidad tan grande, hacía que muchos chicos la invitaran a salir. Y pese a que todos ellos eran muy guapos y todo, ella siempre les daba el rechazo enseguida, de una manera tan seria y fría que temía a veces su comportamiento al tratarse de chicos.
Pero nunca está más el desear que tu mejor amiga algún día encuentre o por lo menos se dé cuenta de que no todos los chicos son iguales a como lo fue él.
—¿Sigues pensando lo mismo?
Volví mi mirada a mi mejor amigo que me sonrió (aunque no se notase tanto en su bello rostro) de lado. Miré mi almuerzo que constaba de papas fritas con su típica hamburguesa y jugo de naranja, el apetito se me había ido desde que la cocinera le quitó un pelo que había caído en mi plato.
—El qué —contesté mirándolo.
—En ella.
—Siempre —suspiré rendida—. Estoy segura que ya habrá alguien que la haga cambiar de opinión.
Hizo una mueca, y ya no dijo nada.
—¿Ya pensaste lo que harás para el día del festival? —cambió de tema y desde el fondo se lo agradecí
—No aún. Pero supongo que será lo mismo que el año pasado.
Ni me acordaba lo que hice el año pasado. Pero lo que sí me acordaba a la perfección, era cómo fue difícil convencer al grupo para que pusieran de su parte en eso de la ayuda. Lo que quería este año para el festival deportivo que se hace era ser algo menos peligroso como el colgar carteleras o cadenas en el techo sin escalera. O quitar las botargas de balón para evitar de nuevo una huida al hospital en medio de un juego.
Fue bastante arriesgado pero gracias a todos los dioses nadie se dio cuenta de nada.
—¿Cuándo comienzas a entrenar? —quise saber.
—El próximo lunes. —hizo una mueca con los labios.
Sonreí interiormente.
Recordar lo que pasó la noche anterior y esta mañana donde antes de bajar del auto me dio un beso, me hace sentir miles de sensaciones en mi estómago que me hace sonreír como tonta. Aún no hablábamos ninguno de los dos de lo que estaba pasando entre nosotros, y no quería hacer tan paranoica con ese tema pero necesitaba aclarar las cosas.
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Amigos No ©
FanficEn el instituto tanto como el Pueblo, dicen que Joel Pimentel es un chico frío, serio; Pero también dicen que es sexy y atractivo. Esta claro que se debe a su apariencia chico malo. Nadie de las chicas ha mencionado palabra con él. No pueden mostrar...