-Buenos días- dijo una voz en frente de mi.
-Buenos días, ¿qué se le ofrece?- pregunté y me quedé congelada cuando veo al mismo muchacho de ayer, el que me había invitado a salir.
-Desayuno para llevar- dijo
-Claro, ¿Qué sería?- pregunté
-Solo dígale a la cocinera que el desayuno para Adonis- me guiño un ojo.
-Claro- dije extrañada por su nombre, supongo que es por que vive en Grecia y por algún Dios Griego.
Entré a la cocina y me acerqué a la Jefa de Cocineros: Helena, es una señora ya grande, unos sesenta años, su cabello era corto y blanco.
-Lena, me han dado un pedido especial, me dijeron que te lo diera como: Pedido para Adonis- dije recordando cada una de las palabras del joven.
-¡No puede ser!, ¡Esta aquí!, ¡Mi niño esta aquí!- se emociono demasiado, comenzó a darle algunas indicaciones a los demás chefs, después de eso, ambas salimos de la cocina.
-Donny, mi niño, pensaba que ya te habías olvidado de esta anciana- corre para abrazarlo
-Nana Lena, nunca me olvidaría de ti- dijo correspondiendo el abrazo de Lena.
¿Lena tenía nietos?,¿Tenía hijos?.
-Mi niña, te presentó a Adonis, mi niño favorito y príncipe de Grecia- lo último lo dijo en forma de susurro.
Y ahí si que quedé impactada, ¿Príncipe?, ¿Porqué nadie me dijo que esto era gobernado por monarquía?.
-Mi niño, ella es Sky, mi consentida del momento- dijo y ambos nos quedamos viendo.
-Mucho gusto- dijimos al unisono y estrechamos nuestras manos.
Lena y él conversaron un poco más, yo seguí atendiendo clientes. Hasta que mi mala suerte se presentó, Adrián.
-Hola- dijo viéndome de mala manera
-Buenos días ¿qué se le ofrece?- pregunté amablemente
-Quiero hablar contigo - dijo con el ceño fruncido.
-Estoy ocupada y no tengo nada que hablar contigo- dije entre dientes
-Tu vienes conmigo- me jalo a la fuerza, me estaba apretando demasiado el antebrazo.
Hasta que me sacó del local.
-Suéltame- dije zafando mi brazo de su agarre
-Tú me ayudarás- me señaló.
-No te ayudaré a nada, eres un loco- dije y estuve dispuesta a regresar al local, cuando volvió a jalarme.
-Eres amiga de ella, eres amiga de Nora. Ella no puede dejarme- dijo dando vueltas.
-¡Lárgate de aquí o llamaré a la policía!- En ese mismo momento desee no haber dicho aquellas palabras, al parecer lo enfurecieron más y de un momento a otro me pegó una cachetada que hizo que no tuviera control con mi cuerpo.
-¡Hey!, Tranquilízate- salieron del local, unas cuantas personas
Por reflejo me hice para atrás, topé con un cuerpo, era Adonis.
-Tú vienes conmigo- Adrian trató se sujetarme de nuevo del brazo pero Adonis se lo impidió.
-A ella la dejas en paz- dijo manteniendo una postura firme
-Pero tenemos aquí al príncipe, defendiendo a su dulce plebeya. Esto no se va a quedar así, tú me ayudarás- se fue maldiciendo y echando humo por las orejas.
-¿Estas bien?- preguntó mientras trataba de tocar mi mejilla.
Mi mejilla me ardía, no fue por ser grosera pero moví mi cara para que no logrará tocarla.
-Creo que deberíamos ir adentro, Apolonia sabrá que ponerte- dijo y tomó mi mano. Nos adentramos juntos al local.
Apolonia al verme así, puso una cara de horror.
-¡Niña!, ¿Pero qué te ha pasado?- preguntó tocándose la cara como gesto de preocupación.
-Nada, es solo...- traté de explicarle.
-La han sacado del local a la fuerza y un tipo la ha golpeado- dice Adonis.
-¿Ha sido tu novio?- pregunta Apolonia
-No, Apolonia, yo no tengo novio- dije incomoda.
-Vengan, te curaré y después te irás a tu casa- Quise decirle que estaba bien pero mi jefa insistió demasiado.
Apolonia me puso alcohol, ya que mi mejilla sangraba un poco, me puso una pomada y me dio un analgésico para que se desinflamara, tomé mis cosas dispuesta a irme.
-Te llevo- dijo Adonis.
-No...no hace falta, gracias- dije, no puede ser posible que este tipo me ponga nerviosa.
-¿Te negarás ante un príncipe?- preguntó divertido.
-Perdón su alteza, si lo he ofendido pero mi respuesta es: sí- dije sarcástica.
-¿Sí qué?- preguntó
-Sí me negaré ante un príncipe- dije sonriendo
Ambos nos quedamos viendo y al instante nos comenzamos a reír.
-Vamos, te llevo- dijo insistente.
-De verdad, puedo ir sola. No queda muy lejos- dije sonriendo
-Bueno en ese caso, voy contigo. Caminamos juntos y platicamos- se paro junto a mi.
-¿Con eso dejaras de insistir?- enarqué una ceja y el asintió con los niños chiquitos.
-Vamos- le dije y comenzamos a platicar.
Por primera vez, después de la muerte de mi madre. Me sentí realmente acompañada y no sola.
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The Name Of The Game
Romance"Te he visto un par de veces, en poco tiempo, sólo unos días desde que empezamos", "Sólo dime el nombre del juego". ¿Significa algo para ti? Sólo me podía pasar esto a mí, tenía que encontrarme con los príncipes de Grecia, mi corazón había caído ren...