The Name Of The Game

Capítulo VI

Oh, please don't let me down... 

Estaba en el restaurante, la música de fondo me encantaba, amaba este lugar por eso y muchas cosas más. Ya era casi de noche, faltaba una hora más para mi salida.

-Buenas noches- dijo un señor de traje bien vestido.

-Buenas noches, Bienvenido. ¿Qué se le ofrece?- pregunté

-Busco a la señorita Scarlett Blue, me han dicho que trabaja aquí- dijo alzando un portafolio.

-Soy yo- dije diciendo el ceño.

-Oh, mucho gusto. Soy el abogado de su madre. Jace Wesley - extendió su mano en forma de saludo y la estreche.

-No es por ser grosera ni nada, pero quedamos de vernos hasta mañana- estaba confundida.
Sé que estarán confundidos pero ya pasó toda una semana.

-Sí, señorita. Pero he querido venir a entregarle esto. Un señor, me lo ha entregado, me pidió que se lo diera a usted cuanto antes- me dio un sobre amarillo.

-Gracias- dije

-Hasta mañana, señorita- se retiró.

Mi celular comenzó a sonar insistentemente. Era él. ¿Recuerdan que le marcaría a una persona para que me ayudará con lo de Nora? Bueno al fin había regresado la llamada.

Contesté.

-Bueno

-Sky

-Ethan, necesito tu ayuda.

-¿Estas bien? ¿Qué pasa?

-Una amiga mía, está pasando lo mismo que Gaby...

-¿Dónde están?

-Estoy en Grecia.

-Sky...

-Perdon, yo sólo necesitaba un respiro y...

-En unos días nos vemos, amor.

-Ya te he dicho que no me gusta que me llames así

-Te aguantas, amor.

Colgó.

No se vayan asustar. Ethan, es mi ex novio. Debo admitir que la ruptura fue dolorosa. Pero, Ethan se iba a convertir en padre y yo no le iba a quitar eso a un bebé. Dolió todo, pero quedamos bien y ahora soy como la tía de una preciosa princesa: Jane.

Le marqué a Nora, le dije que al fin me habían contestado. Ella se emocionó,al fin Adrián la dejaría en paz.

Llegaron dos personas más al restaurante.

-Buenas noches, Soy. Mesa para dos- dijo Adonis. Quien iba a su lado se destapó la cara y no pude creerlo. Era muy guapo. Mi corazón se aceleró en cuanto lo vi.

-Claro, Donny- dije burlando.

-Sky, te he dicho que no me digas así.- hizo puchero, ambos nos reíamos. Alguien hizo un sonido con su garganta.

-Oh si, cuanto lo siento. Soy, él es mi hermano, Eros. Futuro Rey.- dijo- Eros, ella es Scarlett. Pero todos le decimos Sky- nos presentó y ambos hicimos un movimiento con la cabeza en forma de saludó.

-¿Algo que deseen tomar?- pregunté.

-Yo, lo de siempre- dijo Adonis

-Yo un frappe, por favor- dijo Eros.

Me retiré, le entregue la orden a una mesera.

¡Vaya! Los hermanos reales, si te podían quitar suspiros. Adonis es muy guapo y amable, de una forma me atrae. Pero llegó Eros, es guapo, se ve que su carácter es fuerte y serio. No puedo decir que ambos me gustan porque llevo poco tiempo aquí pero ¡Dios!. Son unos dioses.

Más tarde, me tocó cerrar. La mayoría de los empleados se habían ido. Sólo quedaba mi soledad y yo. Verifique que todo estuviera bien cerrado, puse la alarma, salí, cerré con llave. Cuando iba de camino al hotel, un carro negro frenó frente a mi.
-Te llevamos- dijo Adonis bajando el vidrio de su lado.

-No es necesario, llegaré rápido- dije haciendo un movimiento con mis manos.

-Eso dijiste en esa ocasión donde nos fuimos caminando y vaya que es un tramo grande- dijo mirándome fijamente.

-En serio yo...- alguien me interrumpió.

-¡Sky!- gritó alguien atrás de mi. Era Evan.

-Evan...¿Qué haces aquí?- pregunté confundida.

-Mi madre me ha dicho que te ha tocado cerrar el local y quería ver si te llevaba al hotel...- lo interrumpieron.

-Amigo, nosotros ya le hemos ofrecido. Pero no quiere- dijo Adonis. Eros sólo veía todo de una manera muy sería.

-Les agradezco a los tres pero me iré a pie, voy a caminar un poco por la isla, así que no se preocupen. De verdad, gracias- dije, no quería que se sintieran mal si rechazaba a uno o a otro.

-Bien, con cuidado- dijo Evan y se despidió de mi con un beso en la mejilla. Se fue.

-Bueno...- Adonis iba a arrancar el carro.

-Espera- dijo Eros - iré con ella, nos vemos en el castillo- se bajó del carro

- Créeme, no es necesario- le dije

-Yo también necesito caminar por la isla- dijo.

Adonis veía furioso a su hermano. Eros me veía a mí. Y yo no sabía ni a donde voltear.

¡Dios! ¡Llevame!