-¿Es un adiós?- pregunté triste
-Claro que no, amor. Te dije que vendré con Jane y con mi madre, te lo prometo- dijo y me abrazó
Solté algunas lagrimas, nunca fui buena para las despedidas, desde que mi madre murió. Nunca sabía que podría pasar y eso de cierto modo me angustiaba.
Lo vi alejarse, mi corazón se rompió en mil pedazos. Yo por lo pronto salí del aeropuerto, tomé un taxi hasta el restaurante.
-Buenos días- saludaba a todos los que se encontraban en el establecimiento.
-¿Cómo estas?- preguntó una voz atrás de mi.
-Evan, hola. Muy bien ¿tú?- pregunté
-Bien, muy bien Sky. Aunque no creo que pueda decir lo mismo de ti- me dijo viéndome como si me estuviera analizando.
-¿Disculpa?- le pregunté confundida
-Se nota que has estado llorando, tus ojos se ven más rojas que los de un adicto y tu nariz, bueno podría fácilmente confundirte con Rodolfo el reno- dijo y yo solté una pequeña risa.
-Ahora si que me sacaste una sonrisa- dije negando con mi cabeza.
-Ese era el chiste. Pero dime, ¿Pasó algo?- preguntó
-No es nada. Hoy se fue Ethan y yo la verdad no soy buena con las despedidas- mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas nuevamente.
-¡Ay! Sky, sabes que volverá. Todo estará bien- me abrazó.
Nos separamos unos minutos después, ya que el restaurante abriría en unos minutos y Evan tenía que irse al hotel para empezar su ronda de trabajo.
Antes de que abriera el restaurante, fui al baño para arreglarme y no lucir tan mal.
Algo que no hacía mucho era maquillarme, y menos si era en trabajo, ya que soy propensa a que a las 5 horas ya lo traiga todo chorreado.
Me puse base en polvo, delineador, máscara para pestañas, un poco de rubor y pinté mis labios de un rojo intenso. Recogí mi cabello en una coleta para no verme tan demacrada.
Salí y me coloqué en mi lugar. Ordené algunos papeles que estaban ahí, las reservaciones las coloqué en mi tabla rápido.
Noté algo que después de hacer mi trabajo y es que antes de que el restaurante abriera ya había una inmensa fila para entrar. Algo que no era muy común.
Al abrir por completo, entraba y entraba gente. Primero atendí a una pareja de ancianos, me dieron su nombre. En cuestión de minutos todas las mesas se llenaron por completo. Con decirles que tuvimos que traer unas mesas de la casa de Apolonia para colocarlas afuera y que más gente fuera recibida.
Cuando gente se iba, más gente entraba, era algo genial.
Al final, ya en la noche, era poca gente la que quedaba.
Otro cliente entró, lo supe por el sonido de la campana.
-¿Ya cenaste?- me preguntaron
Levanté la mirada confundida y lo vi. Adonis, estaba parado, con una sonrisa y me veía divertido.
-No, pero tu vienes a cenar ¿no?- pregunté
-Vine a invitar a cenar a una chica hermosa- se inclinó sobre mi lugar.
-Bueno pues, aun no termina mi turno y...- me interrumpieron
-Querida ya te puedes ir, Adler y yo cerraremos hoy- Apolonia entró secándose las manos con un trapo.
-¿Entonces...?- preguntó Adonis.
-Esta bien- dije negando divertida
Recogí mis cosas y fui con el en su carro. Sé que pensaran y ¿porqué no te cambias para salir?, pues mi respuesta es: No tengo nada de que avergonzarme, la gente se puede vestir como ellos quieran y si somos honestos, mi atuendo no esta tan mal.
Llegamos a un lugar donde el restaurante era al aire libre, las mesas estaban todas afuera y lo de cocina y bebidas en un pequeño puesto.
-Espero que te guste, este es mi segundo lugar, después del de Apolonia- alejó la silla de la mesa para que me pudiera sentar.
-Gracias- dije y él se sentó en su lugar.
Comenzamos a charlar, pedimos lo que cenaríamos y más tarde nos trajeron nuestra comida.
-Me gustó pasar este tiempo contigo, Sky- me dijo ya cuando caminábamos para su coche . Tranquilos que si pagamos la cuenta.
-A mi también. Fue muy agradable- me abrió la puerta del coche y después de que entré, el cerró la puerta.
Subió del otro lado y manejó hasta el hotel.
-Sky, me atrevo a decir que eres maravillosa- esperen acaso él...¿Esta coqueteando conmigo?
-¿Gracias?- dije y soltó una carcajada
-Nos vemos pronto- besó mi mejilla
-Hasta luego- dije y entré al hotel.
Eros y Adonis me iban a volver loca. Los adoraba a ambos pero nunca podría decidir si estar con alguno, aunque es algo imposible, ya que son de la realeza y yo una simple chica americana.
De una o de otra forma, me alejaría de ellos. No es bueno para ellos y mucho menos para mí.
Adiós hermanos Reales
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The Name Of The Game
Romance"Te he visto un par de veces, en poco tiempo, sólo unos días desde que empezamos", "Sólo dime el nombre del juego". ¿Significa algo para ti? Sólo me podía pasar esto a mí, tenía que encontrarme con los príncipes de Grecia, mi corazón había caído ren...