Capítulo XXVI

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-¿QUEEEEEEEE?- gritó Nora al enterarse de que me iba.

-Lo que escuchaste Nora, me voy. Algún día volveré, pero por ahora necesito ayudar a mi padre, ahora que lo he encontrado- me excuse

-¿Entonces esto es todo?- preguntó Evan, viendo con tristeza hacia Nora.

-Iré a disculparme y a hablar con tu mamá. Los llamaré seguido y no te preocupes Nora por lo de tu caso, todo esta arreglado- dije

-Hablando de eso...- se veía nerviosa

-¿Qué?- pregunté

-Yo...- el timbre de un celular nos interrumpió.

Vimos que era el de Nora, ya que ella lo había dejado en la mesita.

El contacto: Ethan y un corazón.

¿Ethan y Nora? ¿Porqué no me lo dijo?

En lo que ella se levantó a hablar por teléfono, Evan y yo nos quedamos charlando.

-¿Es necesario que te vayas?- preguntó

-Este asunto con el cual ayudare a mi padre es algo que me ayudará a alejarme de muchas cosas, a su debido tiempo lo sabrás. Te lo prometo- le dije con tristeza, no se lo merecía después de como me ayudo. 

-Esta bien, Sky- dijo y me abrazo

-¿A dónde iras?- llegó Nora.

-Me iré a Escocia. Hoy preparo maletas y mañana me voy. Quisiera estar más tiempo, pero el tiempo se esta agotando- dije

Me despedí de ellos y salí para ir al restaurante de Apolonia.

Mientras iba en el Taxi, me dedique a hacer lo mismo que hice cuando llegue, mirar todo a mi alrededor y disfrutar de todas las cosas bellas que tiene Grecia, la iluminación por las noches, las personas amables, este se había convertido en poco tiempo en mi hogar y ahora lo tendría que dejar ir.

Al llegar al restaurante, desde afuera me dedique a admirarlo, recordé cuando llegué, y una sonrisa se formo en mi cara. 

Entré y vi a Apolonia anotando unas cosas.

-Hola niña, ¿Cómo estas?- preguntó sonriente

-Algo desanimada, pero bien- dije

-¿Porqué mi niña?- preguntó con un poco de tristeza en su voz

-Perdóname Apolonia, pero me tengo que ir. ¿Recuerdas ese asunto personal?- le comenté

-¿Sucedió algo malo, mi niña?- se notaba que se había angustiado.

-Encontré a mi padre, y él me necesita en esos momentos- dije 

-¿Nunca regresarás?- preguntó 

-No lo sé, perdóname por dejar el trabajo así de la nada, desearía no irme pero en realidad...- me interrumpió

-No te disculpes niña, el trabajo es lo menos importante, preocúpate por tu padre- mientras decía eso, ella se dedicaba a limpiar algunas lágrimas de mi rostro. Realmente me dolía dejar todo esto, pero era lo necesario para ponerle estabilidad a mi vida. Y que no me pasara lo mismo que a mamá .

-Te extrañare- dije y la abracé, era una persona muy importante para mi. Ella sabía acerca de lo de Adonis y Eros, siempre me aconsejaba cuando podía pero esta vez no le puedo decir que es por ellos.

Después de eso, me fui de ahí, tenía que ir a sacar el boleto de avión y preparar las maletas.

Fui al aeropuerto y compré el boleto de avión. Iba de regreso al hotel y en mi cabeza paso la casa de mamá. La terminaría después con ayuda de Ethan y Nora. Supongo que también de Evan.

Al entrar al hotel, me hablaron en recepción.

-Señorita Blue, esto ha llegado desde la mañana- dijo y me entregó un sobre azul.

-Gracias- dije y me dirigí hacia el elevador.

Al llegar a mi cuarto, lo abrí y me dedique a comenzar acomodar cosas.

Puse toda mi ropa en la maleta, en una mochila eche todo lo que es maquillaje y cosas de higiene personal. Cuando termine de alistar todo, me senté en la cama y abrí el sobre azul.

Era la invitación del baile, ¿Cómo la olvide en la mañana?, Lo bueno es que ya la tengo en mis manos.

La guarde en mi bolso y me metí a bañar.

Por mi cabeza pasaban muchas cosas, veía lo negativo y lo positivo. Una de las cosas que me motivo fue que Clary tendría tiempo par "entrenarme" de cierta forma.

Salí de bañarme, me envolví en una toalla y me puse mi pijama. Desenrede mi cabello y lo sequé con a secadora. Me acosté a dormir, mañana me iría muy temprano y no quiero que por andar dormida se me olvide algo.

Pensando en varias cosas, me quedé dormida. 

La alarma comenzó a sonar, era hora de arreglarme para irme.

Me puse una camiseta holgada y una pantalonera color negro, mis tenis y recogí mi cabello en una coleta, no me maquille pues no tenía muchos ánimos. 

Estaba a punto de salir y llevarme las maletas cuando tocaron la puerta, que no sea uno de los hermanos, te lo suplico. Me dije mentalmente mirando al cielo.

Abrí la puerta.

-Hola- saludó

-¿Evan? ¿Qué haces aquí?- pregunté

-Venimos a llevarte el aeropuerto- dijo y de su espalda salieron: Nora, Apolonia, Adler.

-Gracias- dije y los abracé

Evan insistió en llevarse mi maleta, yo llevaba mi mochila y mi bolso.

En el camino, todos veníamos recordando cosas, Adler y Apolonia nos contaron su historia de amor pero cada quien su punto de vista.

Llegamos al aeropuerto, Adler se estaciono y todos bajamos. 

Estábamos esperando que llamaran a los pasajeros, Evan y Nora me contaban chistes muy malos. Hasta que comenzaron a llamar a los pasajeros.

-Los quiero tanto, los extrañare- los abracé

-Niña, cualquier cosa que necesites, siempre tendrás tu hogar aquí- me dice Adler

Me despedí de uno por uno. Y me fui de ahí, estaban ya revisando mi maleta cuando se escuchó un grito.

-¡Sky!- gritó una voz masculina.

Yo traté de avanzar lo más pronto, no quería que fuera alguien que no quisiera ver.  Al pasar la revisión, voltee y vi a Eros buscando en todo el aeropuerto, parecía estar desesperado.

Amigos lamentablemente aquí no puede existir un cuento de hadas, me dije a mi misma en mi cabeza y avancé, sin mirar atrás. No podía seguir así.

Subí al avión, y al llegar a mi asiento, lágrimas salían de mi cara. Sé que la única culpa de mis tristezas soy yo. Pero esta vez estoy dispuesta a ser yo primero.

Y así unos minutos después, despegó el avión.

Adiós Grecia, Adiós sueños, Adiós Eros.


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