— ¿M-Mina? — Dijo Chaeyoung sin creer lo que sus ojos veían. La menor se acercó con un paso, cosa con la cual Son intentó retroceder pero era imposible gracias a su posición en la bañera.
Sus ojos recorrían el cuerpo entero de Mina como si fuera nuevo para ella, y aunque no lo era, le fascinaba el como sus curvas eran perfectamente remarcadas por su esbelto cuerpo. Parecía una persona sin experiencia por sorprenderse de verla así, pero en verdad, que ella se apareciera así era algo que no se esperaba para nada. Su lobo interior, por su parte, tomó aquello como una señal y sin ninguna oposición logró debilitar el cuerpo de Chaeyoung dejándola a merced de la japonesa.
— S-Se que esto no es correcto, pero has estado luchando con todo tu sola... Entiendo tu punto, así que, déjame devolverte el favor... C-Como lo pediste aquella noche.
La anatomía de la castaña de cabellos cortos no reaccionó cuando miró a su intrusa meterse junto con ella a la bañera, sus piernas quedaron entre las de Mina, y debido a que Chaeyoung estaba recostada en el respaldo de su baño, los pechos de Mina se colocaron en frente suya de manera exquisita. Mina con unos cuántos escalofríos posó sus manos en los hombros ajenos, y con su cara llena de vergüenza y completamente sonrojada, miró a los ojos a Son, quien ahora su mirada parecía algo distinta a la vez en que se escabulló en su recámara.
Está vez la veía como si fuera un pecado, la manzana que no debía morder si quería permanecer en el Edén, una tentación... Una maldita tentación.
— M-Mierda Mina... Sí yo lo hago ahora... — La coreana desvió su cabeza para no seguir siendo presa de las oscuras orbes de la azabache. — Sí lo hago, no habrá vuelta atrás.
— ¿Qué quieres decir? — Mina ladeó su cabeza sin comprender a dónde quería llegar con esas palabras.
— Quiero decir que si lo hago, yo no podré escapar de ti nunca más... — Su cabeza instintivamente se acercó al punto de rozar sus labios ligeramente, y bajo el cuerpo de Mina, un pequeño bulto cada vez dejaba de ser tan pequeño por el simple hecho de la excitación de hacer algo prohibido. — Y tú tampoco podrás hacerlo, serás mía por siempre y yo lo seré también.
Nuevamente su mente, su instinto y el momento le jugó una mala pasada, haciendo que sí coherencia no existiera olvidando su ideal de no establecer una relación.
No lo pensó dos veces, así como Eva, mordió esa manzana sin pensar en las consecuencias de sus actos. Y por su lado, Chaeyoung, había sido completamente segada por el deseo de su instinto. La mente coherente de ambas les decía que no debían cruzar esa línea, pero en el fondo, sus almas estaban más que fundidas y solo eso necesitaban para perderse en el momento.
Myoui había tenido un ardor en su pecho desde aquel día en que la más bajita se metió entre sus sábanas que la comenzaba a atormentar. Sabía que era algo causado por la mayor, pero ahora que se encontraba de esa forma con ella comenzaba a despejar su mente, y pensar que, tal vez, no era tan mala como creía. Y dadas sus palabras, sus pensamientos en poco tiempo le hicieron creer que entonces, la razón de sentirse así, era tal vez por ese famoso "lazo".
Chaeyoung besó los labios rojizos de la menor, suaves y finamente formados. Nunca había sentido tal calidez. Sus manos bajaron acariciando sus costados hasta tomar posesivamente sus caderas encontrando el balance en su posición. Mina por su lado, se dejó dominar por la más pequeña (de estatura) y ahora eran sus labios los que se dirigían al borde de su mandíbula para degustar su cuello seguido de éste. La coreana aprovecho y con su agarré, aún bajo el agua, juntó más el centro de Mina con su entrepierna sacando un gemido en ambas cuando la menor comenzó un muy ligero vaivén que lograba la fricción perfecta en sus zonas. Era un maldito infierno que las quemaba vivas aún estando bajo el agua tibia.
Una mano traviesa subió hasta el pecho de Mina, donde masajeó su seno tan suave a diferencia de aquella vez en el bosque donde Son había sido realmente agresiva. Detestaba sentir que ahora alguien intentaba hacerle sentir bien, y no estaban en ese punto sólo por la calentura de una; ¿Por qué lo detestaba? Porque eso significaba que no había ninguna duda, Mina iba a tenerle cariño por algo tan simple como eso.
Chaeyoung con un poco de impulso cargo levemente y recostó a Mina sobre el filo de la bañera, invirtiendo las posiciones. Ahora era ella quien estaba sobre la japonesa, por lo que, besó de nuevo sus labios mientras su mano dejaba el pecho que anteriormente había estado estimulando para bajarlo así a su centro y comenzar ligeros movimiento circulares sobre su entrada. El agua era un buen estimulante para la menor, lo cual sólo aumentaba su excitación, causando que gemidos casi en susurros que le daban un toque sensual a su voz salieran de su boca. Pasó uno de sus dedos de arriba a bajo por toda su vagina, jugando con sus clítoris y tentando la entrada para desesperar a Mina. Quería que le rogara.
— Ah... C-Chaeyoung... — Su voz sonaba tan jodidamente erótica diciendo su nombre. Gruñó ante la punzada que sintió en su miembro desesperado por entrar en ella. — H-Hazlo...
Chaeyoung miró sus ojos, esos que la miraban con una mezcla sin fin de sentimientos; deseo, ancias, miedo, y cariño destacaban de ellos, por lo que su instinto reacciono actuando por sí solo. Besó sus labios nuevamente sin ninguna prisa, lento para saborearla, mientras que con sus brazos acomodaba el cuerpo bajo el suyo listo para hundirse en ella.
— M-Mina... — Su voz se secó, estuvo apunto de soltar palabras de cariño y afecto a la japonesa antes de hacerselo, pero por alguna razón no pudieron salir de sus pensamientos. Su instinto estaba tratando de adelantarse, y Son no quería admitir que aquel lobo idiota de su interior la estaba obligando a sentir cariño a la japonesa en tan poco tiempo.
Por qué si fuera por ella, claramente, no se enamoraría absolutamente de nadie, mucho menos de Myoui Mina.
Pero aquí estaba ella, besando el cuello de la japonesa bajo su cuerpo, apunto de fornicar. Quería hacerlo, necesitaba de esto. Introdujo su pene erecto en la japonesa lentamente haciéndola soltar un gemido, por primera vez Mina había sentido placer en aquel acto, y poco a poco sus movimientos dejaron de ser vacilantes y tímidos.
El agua entre sus cuerpos era tan satisfactoria, como el hecho de que las embestidas de Chaeyoung eran lentas pero daban en el punto exacto para hacer delirar a la menor. Mina abrazó por el cuello a Chaeyoung y con sus piernas lo hizo igualmente pero ahora con su torso. Gimió fuerte al sentir la mordida de los dientes de Son enterrados en su clavícula, pero sin llegar a lastimarla de más. Chaeyoung comenzaba a acelerar sus movimientos dentro de Mina, quien por su poca experiencia, trató de mejorar la sensación apretando su interior cada que ella volvía a entrar. El golpeteo en el agua, los gemidos, jadeos y gruñidos de ambas, todo estaba perfectamente combinado, elevando así la temperatura a un punto de nunca volver.
— ¡Ah! Chae... A-Ah... — Jadeó cuando Son elevó sus piernas haciendo que sus estocadas llegarán aún más profundo, y que a partir de ahí, tocase un punto que la estaba llevando por primera vez al clímax.
La coreana por su parte, tenía los ojos cerrados mientras que su cara se escondía en el hueco del cuello de su menor, nunca en su vida había disfrutado tanto del sexo, y ahora por ello, no podía ver a la creadora de tantas sensaciones en ella a los ojos. Empezó a darle con más fuerza, quería acabar ya porque sabía que sino lo hacía entonces nunca podría separarse de Mina. Era tan injusto para ella.
Ambas comenzaron a gemir más fuerte cuando los movimientos feroces de Son las llevó al punto clímax, causándole en cuestión de segundos un orgasmo a ambas que recordaría por siempre.
— ¡Agh, Mina! — Gritó su nombre cuando se sintió venir, sin sacar su miembro de ella. Por su lado Mina no pudo decir nada, era su primer orgasmo, y las contracciones que este le estaba causando junto la oleada de placer la habían terminado de agotar en su totalidad.
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El lobo que se enamoró de la luna
Fanfiction«Cuando todos te dejan atrás, te dan la espalda, y pisan tu esfuerzo de mantenerte en pié, es cuando sabes que tu vida no vale nada para nadie» Pero por ti, sé que podré resistir un poco más, sólo si me dices que me amas." Dónde Tzuyu, un lobo soli...