XXV

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Jackson se posó de rodillas luego de que Chaeyoung lo soltara y cayera al piso. La castaña más baja estaba completamente enfadada con su simple presencia, pero el hecho de que por el pasillo donde se encontraban no hubiese ningún aliado de los Moon y que estuviese vacío, al lado de que su cansancio la estaba debilitando, no hizo más que dejarlo hablar. Por fortuna otro aviso de Wooseok les dio la tranquilidad de que la bestia de Moonbyul estaba atorada en el sótano, pero no tendrían mucho tiempo hasta que ésta destrozara toda la casa unicamente para matarlos.

— Vi en Tzuyu algo distinto a lo que la señorita Moonbyul nos inculcó, yo no podía ver en ella ningún rastro de maldad que pudiese acabar con la estabilidad del planeta o algo similar. — Habló Jackson sin poder mirarles a los ojos, los demás lo escuchaban pero a la vez estaban pendientes de cualquiera de sus movimientos y que de ninguno de los abscesos entrasen más enemigos. — Fui cegado por los ideales de los Moon, no quería creer que en realidad no tenían ninguna culpa los no puros. Por ello ¡necesito ayudarlos!

— ¿Cómo podemos estar seguros de confiar en ti? Tú la entregaste a ella y a mí como un Trofeo, Wang. — Refutó Son con ira en las venas.

— Lo sé, y no tengo perdón, pero en cuanto logre hacer que salgan ya no me verán más. Estoy arrepentido, por favor, déjenme ayudarles.

Entre todos se miraron, y el fuerte temblor en el piso les hizo saber que no había más tiempo, Moon saldría y sin piedad los atacaría. Chan le dejó el maletin a Sana, para así, colocarse tras Jackson tomándolo de un brazo tras su espalda y haciéndolo gemir por la rudeza.

— Más te vale no mentir.

Jackson asintió con temblores en su cuerpo, entonces los empujones en su cuerpo fueron seña de que revelará hacia donde ir y eso hizo. Al parecer al ser una mansión abandonada ésta contaba de muchas salidas alternas a la principal, entonces fue que el Chino los guió a una más de ellas alejados por completo de toda la buya que por más que los buscaran  no podrían encontrarlos. Sobre el hombro de Woojin el peso de la menor estaba entumeciendo su musculo, aunque era ligera, era bastante tedioso cargar con ella por tanto tiempo, pero al menos estaba tranquilo de saber que estaba viva al sentir su pecho y tórax subir y bajar lentamente.

Jackson los guió por un túnel que parecía más la ruta de escape cliché de cualquier calabozo. Esta rocoso y con farolillos que poco alumbraban, el ruido del exterior se alejaba pero no evitaba que se escucharán los gritos agónicos de las muertes causadas por sus compañeros que dejaron atrás o por la bestia de Moon. Sea cual sea el caso, los licantropos parecían estar más ocupados lidiando con E'dawn y Wooseok o incluso con la misma Byul. La tragedia estaba a su favor, pero sabían no tendrían más tiempo.

Afortunadamente para ellos, las intenciones de Wang eran verdaderas, pues no tardaron en llegar a una rejilla escondida y salir al exterior lejos unos cuantos metros de la guarida.

— Aquí estamos al sur de la entrada principal, no se donde estarán los que vendrán por ustedes pero por ahora están a salvo... — Dijo creyendo que en ese momento sería liberado, pero entre la manada de Son unas miradas que parecían hablarse entre sí confundieron al muchacho.

— Tu irás con nosotros, aun necesitamos información sobre qué hacía Byul con sus experimentos y sobre qué le hicieron a Tzuyu. — Habló sería Jeongyon amenazandolo con uno de sus dedos.

— C-Claro... Les diré todo lo que sé...

— No puedes hacerlo. — Una voz salió entre los arbustos asustando y alertando al grupo. Una silueta que caminaba con aparente tranquilidad se acercó, pero un pañuelo en su rostro como algún tipo de tradición árabe no dejaba a exposición su identidad, únicamente su cabello rubio podía dar una idea de su imagen.

Pero, Chaeyoung pudo identificar en ella un olor familiar. No sabia quien podría ser, pero al menos estaba segura que ya había estado en algún lugar junto de ella.

— ¿Quién...? — Ni siquiera pudo terminar cuando el sonido de una vibracion atacó el odio de todos haciéndolos caer al suelo por el aturdimiento que un fuerte dolor les causó ese sonido.

Todos menos de Sana, quien por instinto, imitó el dolor de los demás licantropos para imitar que ella igual era afectada.

— Entreguense ante mí, acepten lo que se merecen, y yo misma calmaré a la bestia de Moonbyul y nadie más saldrá herido por ella ni por ustedes. — Declaró con la voz más calmada para la situación.

Jeongyon gruñó y por mero impulso saltó tratando de propiciarle un golpe, pero esta lo esquivó tan rápido que parecía dejar en ridículo a la peli azul. Cansada de sus intentos, la extraña tomó entre el hueco de su brazo la cabeza de Jeongyon con la total intención de decapitarla ahí mismo y enfrente de sus desesperados compañeros. La ahogó primero, obstruyendo que el aire pasase por su garganta hasta sus pulmones lenta y tortuosamente, y cuando estuvo apuntó de terminar con su vida, un fuerte golpe en su cabeza le hizo soltar el cuerpo de Yoo, y a su vez, interrumpir el poder que ejercía con los licantropos.

Sana se había encargado de escabullirse mientras Jeongyon trataba de pelear, para así quedar detrás de aquella rubia y con su confiable tubo de cadmio golpear su cabeza y aturdirla por un momento. Cuando la rubia cayó al piso por el fuerte golpe del metal, Sana aprovecho mientras sus compañeros se recuperaban para quitarle ese pañuelo y por fin revelar su identidad.

La respuesta fue otro puñal más en su pecho.

— ¿Y-Y-Youngsun? — Se le quebró la voz, sus lágrimas amenazaban con salir únicamente por el impacto que lo que veía. — Que... ¿Qué te hicieron?

— ¿Sana?... — La nombrada pareció como un robot. Sus ojos que brillaban en un intenso café casi amarillento se opacó mostrando otro brillo, un brillo más humano. — A-Ayúdame... Ya no quiero vivir así...

Solar intentó aferrarse al cuerpo de la humana, pero un aullido desgarrador nuevamente hizo saltar a todos en su lugar. Era Moonbyul con completa ira viéndolos desde la distancia en su estado de mitad humana mitad animal. Era una completa bestia.

— ¡Rápido, informes de posición! Estamos fuera al sur de la guarida, vengan ya, ¡ya! — Anunció Woojin siendo preso del pánico de la enorme bestia que por alguna razón no iba hacia ellos, parecía estar esperando algo.

— Aquí Hirai, vamos en camino. — Sonó el artefacto aliviando una pequeña parte del corazón de Jeongyon y de Chaeyoung, al menos ellas estaban bien.

— Agh, nosotros estamos verdaderamente agotados. No podremos salir, pero al menos, cumplimos nuestra misión... Cambio y fuera. — E'dawn anunció a lo que Chan bajó su cabeza entendiendo sus palabras, pero no haría nada por detenerlos, sabía en el fondo que seguramente disfrutaban de haber cobrado venganza.

Ahora sólo quedaba la amenaza mayor, Moonbyul.

La enorme bestia gruñia, y en respuesta Solar parecía tener un colapso entre su mente y su cuerpo. Chaeyoung ahoda entendía que estaba sucediendo con aquella chica, y era que Moonbyul le estaba dando órdenes de algo, pero él cuerpo de Solar se negaba a realizarlo. Byul cómo su alfa estaba en todo el derecho de controlarla, pero Youngsun estaba enfrentandola negándose a su petición prefiriendo sufrir por ello.

Entonces desde la distancia un nuevo quejido soltó Buyl y sin que nadie se lo esperara ésta corrió iniciando el ataque. Chan fue el primero en defender, pero incluso con su propia velocidad, le fue imposible predecir que haría Byul y fue golpeado para salir volando contra una roca que se rompió tras su impacto.

— ¡Esto termina aquí!

El lobo que se enamoró de la luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora