Denfender

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Tras los primeros toques a la puerta, escondió el celular rápidamente, no sabia exactamente la razón pero recordó que Isogai le dijo que no le llamará a Morinaga, terminó haciéndolo igual y no quería dar explicaciones del por qué hacer tal cosa, estaba al límite, estaba considerando la idea de llamar a Kunihiro.

Abrió la puerta miro de mala gana a Isogai dándole finalmente la espalda, Isogai le sonrió cínicamente, le hizo una seña al chico de pasar y cerró la puerta tras él con mucho cuidado. Souichi volvió a mirarlo, de nuevo sin prestar atención al chico castaño

-¿Y bien?

-¿Qué?

-Isogai, ¿que quieres?

-Oh, es verdad, te traje un hijo

El pelilargo alzó una ceja, tratando de contener su ira

-Hablo en serio

-Mira, las cosas están así... Fui con Hiroto y me encontré con este chico, me sentí mal por que no tenía donde dormir, me dijo que te conocía, asi que le ofrecí traerlo, era mejor que llevarlo con tu tía

-No entiendo, ¿que hacías con Hiroto?

-Es un buen amigo, y el a diferencia de ti se alegra de verme

-Es imposible que alguien se alegre de eso

-Para tu información soy alguien muy agradable Souichi

-¿Y fuiste justo después de hablar?

-Básicamente, no te preocupes no dije nada, solo fui a charlar, de igual manera no parece saber nada

-Ya veo... Oye, tú! ¿Cómo te llamas?

Souichi al fin se dirigía al muchacho, que en cuanto lo notó se quedó mudo, no sabia que decir ni como actuar, Isogai se sentó en el sillón con total confianza esperando ver como al chico se le terminaban las bromas y esa personalidad curiosa

-Me llamo Hiroyuki, ¿no me recuerdas?

-No te recuerdo por que no te conozco, ¿de donde me conoces?

-En realidad, no importa mucho, pero de nuevo te digo que me alegra conocerte

El rubio se quedó pensativo ante aquella afirmación, le miro de reojo y saco el celular de su pantalón

-Muy bien niño, dime el número de tus padres

-No tengo

-¿Hermanos?

-Menos

-Demonios, no es momento para tu orgullo, si escapaste de casa no es el fin del mundo, mira ahora se te presenta una nueva oportunidad para volver, seguro tus padres estarán felices, incluso ese idiota puede llevarte

-No, yo no tengo a nadie

-¿y que? ¿Naciste mágicamente del suelo?

-...

-Sou, no seas cruel con el chico... Si dice no tener a nadie entonces simplemente no tiene a nadie

-Tsk, ¡cállate! Escucha bien niño, debes tener claro que un bar no es lugar para un mocoso como tu, deberías estar en casa, aunque sea de holgazán pero en casa ¿que edad tienes?

-Diecisiete

-Genial...

Tomó asiento, Isogai miraba al chico que justo ahora lo único que quería era desaparecer, Souichi miraba al suelo, pensando en que hacer y en que ya tenía bastantes preocupaciones, sostuvo un cigarro ofreciéndole uno a Isogai que lo tomo gustoso, respiro profundo, le miró menos molesto, examinando su rostro

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