A un paso

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Ambos hombres no estaban muy convencidos cuando el de ojos marrón les pidió salir solo a visitar a Hiroto, dijeron que no era lugar para él y que podían acompañarlo, él se negó, se sentía mejor, más fuerte, más capaz necesitaba demostrarse que no caería tan fácilmente de nuevo, después de ver la firmeza en aquellas palabras no tuvieron más opción que dejarlo ir, tan sólo temían que se encontrará con alguien del pasado, algún tipo que pudiera molestarlo, Hiroyuki les dijo que sabía defenderse, no estaban muy convencidos de ello, le dieron instrucciones sobre llamar en caso de emergencia, o entrar a una tienda con mucha gente, él sonreia ante aquellos consejos.

Dejo a los dos hombres en ese lugar, mientras se despedía feliz, más seguro, volteo para despedirse y continuó su camino.

Hacia mucho tiempo que no salia solo, al menos él sentía que demasiado, las calles se veían distintas a sus ojos, más color, más sonrisas, más tranquilidad, se dio cuenta entonces que nunca había visto las cosas así, tan bonitas, el pensar en aquellas noches lo ponían mal, era inevitable, había escuchado hablar a esos dos sobre llevarlo a terapia pero los interrumpío diciendo que todavía no se sentía listo, en realidad no comprendía por que terapia, sólo era un prostituto algo difícil en aquel lugar pero nada del otro mundo, él no era del todo consiente de que no era tan simple.

Ahora se sentía mejor, tenía tantas ganas de decirles que si quería volver a una escuela, tenía tantas ganas de contarle a Hiroto que ya sabían ellos todo y que lo aceptaban como dijo, que tenía razón como siempre, agradecerle.

Llegó, había mucha gente en el bar pero con aquella ropa nadie lo reconoció, nadie le molesto, no pudo ver a Hiroto, lo busco con la mirada hasta que alguien le hablo

—¿A quien buscas?

Era un empleado, nuevo al parecer

—¿Hiroto?

—El jefe esta en la bodega, puedes esperarlo

El empleado se dio la vuelta para seguir atendiendo, Hiroyuki no lo pensó más, sabía que Hiroto no se enfadaría él siempre pudo entrar a esa parte, mucha veces lo ayudo así que no había problema con entrar, podía sorprenderlo y platicar más a gusto ahí atrás.
Se percató de que no lo vieran, entro empujando ligeramente la puerta, había un montón de cajas, seguro Hiroto estaba haciendo un conteo rápido, camino por aquellos pasillos en silencio para sorprenderlo.
Escucho unas voces, eran del otro lado de aquellos estantes llenos, aceleró el paso pensando en dar la vuelta de inmediato pero...

Eran dos voces. Se quedó quieto al reconocerlas, se acercó un poco para escuchar mejor, sabía que estaba mal hacer eso pero el simple hecho de escuchar esas dos voces era curioso.

Su enojo y miedo crecieron cuando lo que decían se volvía más claro.

—¿Lo conseguiste?

—Si... Podré volver

Se escuchó como Hiroto dejaba una caja en su lugar, Hiroyuki busco un espacio para además ver la escena y confirmar todo, en aquel pequeña esquina de las cajas pudo ver la espalda de Hiroto, y el cabello del hombre sentado, era él, no tenía duda

—¿Volver a Hamatsu?

—Si, al fin

—Vaya, bien por ti ángel, te extrañaré

—Igual amigo... Es lo mejor

—Eso significa, que al fin le dirás?

—S-si

—Ya veo, tardaste mucho más de lo que creí

—Soy un tonto, pero ahora ya lo sé, es mejor decírselo ya no hay espacio para nada más

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