Declaración

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Era un día hermoso, el sol resplandecía, los rayos jugaban con las sombras de los árboles, era un día importante.

Souichi se encontraba trabajando arduamente en el laboratorio cuando recibió una llamada, era Morinaga, nervioso se alejo de todos y contesto lo más rápido que pudo

-¿Senpai?

-¿A quien llamabas?

-Ah, lo siento pero como tardó en contestar, ¿Esta ocupado?

-Un poco, si... Pero dime ¿que pasa?

-Bien, Senpai amo escuchar su voz

-Ve al punto Morinaga

-¿Recuerda que día es hoy?

-Amm, si... Lo recuerdo, hoy vendrás ¿verdad?

-Si, Senpai, claro iré

-Menos mal- dijo en un murmullo un poco alejado del celular

-¿Que dijo Senpai?

-¡Nada!, no te lo decía a ti

-Senpai, además de que iré, es otra cosa

-¿Que cosa?

-Nuestro aniversario

-¡Aniversario!

-Si Senpai

-¡¿Desde cuando cuentas algo así?!

-Bueno, lo cuento desde hoy, así cada año lo haremos esta fecha

-Morinaga así no funciona un aniversario, no seas tonto, se supone que tiene que pasar algo importante recuerdas esa fecha y se celebra

-Pues yo lo inauguró hoy, ¿que le parece?

-Ridículo

-¡Senpai!

-Si estuvieras aquí te golpearia por decir estupideces

-Pero Senpai, se que estas cosas no le gustan

-¿Entonces?

-Escuche se que hoy será una fecha digna para recordar y celebrar cada año

-Y yo se que eso es ridículo, totalmente innecesario

-Senpai, no me irá a dejar plantado

-Prefiero quedarme a trabajar a ir a hacer algo tan
...

-Pero ya voy para la casa con todo para hacer la cena

-¿No estabas en el trabajo?

-Salí temprano y decidí venir

-Voy

-¡No Senpai! Todavía me falta cocinar y preparar otras cosas, además estas trabajando

-No te puedo dejar solo, yo quiero...

-¿Por qué no?

-Ah, olvídalo ¿seguro que estas bien solo?

-Si Senpai, estoy bien, solo no me dejes plantado

-Idiota, eso no es una cita

-Claro que no, es un compromiso conmigo, lo que lo hace mucho más importante, no me deje solo por favor

-Ya deja de insistir, irás a la casa, ni modos que no llegue a dormir

-Gracias Senpai, lo veo al rato, ¡trabaje duro!

-Si...

El teléfono entre sus manos, Souichi no podía evitar sonreír, y enojarse por ello, ahora se le complicaría trabajar como siempre que estaba pensando en Morinaga, ahora quería dejar todo el trabajo botado e ir corriendo a la casa, encontrarlo con aquella sonrisa que tanto le gustaba y verlo cocinar, ayudarlo un poco, escuchar su voz.
Pero debía trabajar y esperar la noche para verlo,  fue al laboratorio de nuevo para continuar, poco concentrado pues no paraba de pensar en Morinaga.

Fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora