Insistir

272 28 74
                                    

El cielo estaba un poco nublado, los pasos le hacían pensar que una lluvia se aproximaba, el viento le hacía sentir un gran frío, después de salir de casa cerrando la puerta sin decir nada más al hombre que dejó ahí, no dejaba de caminar todavía sin saber exactamente que estaba haciendo, se sintió perdido por unos momentos, se detuvo en seco y miro su reloj, aquel reloj tan hermoso que le regalo aquel que una vez juro amar, le miró con nostalgia, recordó lo feliz que fue con ese detalle... Se dio cuenta entonces que había pasado ya una hora desde que salió dejando un corazón roto tras su partida, era tan extraño, el de verdad sentía que habían pasado a lo mucho unos minutos, sonrió amargamente un segundo.

Unos pasos se acercaron rápidamente hasta el, que aún estaba un tanto confundido, cuando el sonido lo sintió demasiado cerca giro y pudo ver como Isogai con Hiroyuki se acercaban hasta donde él se encontraba de pie, la expresión de Isogai era de un hombre totalmente furioso, seguido por un muchacho que parecía apenas estarse enterando de todo.

Morinaga espero unos segundos hasta que Isogai estaba frente a él, totalmente molesto, se acercó a él tomándole del hombro

-¿Que paso? ¿Se lo dijiste?

Morinaga se sintió aprisionado, le pareció tan rara la situación, ver a Isogai en esa posición no era usual, incluso con él siempre fue más burlón que cualquier otra cosa, incluso cuando le dejaba ver su molestia por la forma en que buscaba a su Senpai, incluso ahí se limitaba a reír, ahora ese hombre lo miraba tan furioso, titubeó un poco antes de decir algo que se pudiera entender

-Habla, maldición ¿que paso?

-Se lo dije... Le dije la verdad

-¿Por qué diste tantas vueltas? ¿Que más le dijiste?

-Fui directo, bastante más de lo que me hubiera gustado... No podía hacerlo pero me pidió que lo hiciera, que dejará de dar vueltas al asunto

-Entonces... ¿Por qué tardaste tanto?

Morinaga estaba confundido, sacó su celular y pudo notar un mensaje, al parecer el propio Isogai le había mandado un mensaje pidiéndole que le informará cuando no estuviera en casa para que pudieran ir con Souichi... No vio el mensaje hasta ahora que lo tenia enfrente

-Yo... Apenas vi el mensaje

-¡¿QUE?! ¿Dónde está Souichi?

-Él... Esta en casa ¡debe estar en casa!

-Lo dejaste... ¿Lo dejaste sólo? ¿Después de decirle algo así?

-Y-yo, no me di cuenta del mensaje,... No pensé, podemos ir y ver que esta bien

-No, ¿hace cuanto saliste de haya?

-Hace... Casi una hora, no tarde casi nada ahí

Isogai le tomó de la camisa, ejerciendo más fuerza, la arrugó un poco, Hiroyuki jalo su brazo para detenerlo, Morinaga pudo ver su expresión igual molesta, y aún así frenando a Isogai

Isogai se detuvo tras ver los labios de Morinaga temblar un poco, sus ojos no denotaban miedo pero si una enorme confusión, entonces se dio cuenta que aquel también estába haciendo un gran esfuerzo al terminar todo eso, sin importar que ya no amara a Souichi no se podría negar que lo amo alguna vez, hacerlo sentir culpable no era lo que quería, lo soltó lentamente

-Puedo ir, él está bien... Pero yo puedo ir

-Morinaga, corta los lazos... Quedate aquí, llamaré a Hiroto para que venga por ti... No te muevas ¿de acuerdo?

Isogai corrío junto con Hiroyuki sin decir nada más, dejándolo totalmente confundido por aquel cambio de actitud, el podría jurar que lo golpearia, claro la solución era tan simple como golpearlo igual, pero ¿Cómo hacerlo después de lo que hizo?, no podría... Isogai le acababa de demostrar que era un buen hombre, incluso ahora en su enojo contra en él, se preocupó por su seguridad, lo agradeció pues se sentía realmente extraño después de caminar casi por una hora y no darse cuenta, se sentó en una banca a esperar a que llegará Hiroto por él, cosa que no tardó tanto en pasar.




Fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora