Intervenir

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Morinaga llegó a casa, llegaba muy tarde cuando Souichi ya estaba más que dormido y se iba muy temprano antes de que saliera el sol.., eran sólo unos días pero la incomodidad que sentía Hiroyuki de tenerlo ahí crecía.

Morinaga llego la primera noche un poco pasado de copas, los saludo a los dos y se fue a dormir, Souichi no le pregunto nada ni ese día ni los siguientes Hiroyuki sabia eso por que no los había visto hablar, no fueron durante esos días con su Tía, el mayor sólo les llamaba durante horas para preguntar sobre algunos platillos, era el único rato donde sonreia pues al finalizar la llamada Tía y sobrino intercambiaban fotos de su resultado final, Souichi había dicho que quería estar en casa por si Morinaga salia temprano de trabajar, Hiroyuki observaba como cocinaba un montón de cosas le hablaba cada tanto para enseñarle como iba,  Hiroyuki sonreia al ver que mejoraba. Aunque le faltaban varias cosas se esforzaba enormemente, se notaba que no era lo suyo pero ponía todo lo que tenia en ello, Hiroyuki entonces pensaba lo pleno que debería verse en su laboratorio, aquí sólo se veía esperando una llegada.

Morinaga no hacía mucho, llegaba, saludaba, algunas veces se bañaba, Souichi no le preguntaba por que a veces venia ya bañado como si no lo notará, Morinaga comía fuera, apenas les miraba, cuando llegaba se quedaban en silencio, las pláticas quedaban a la mitad y las risas desaparecían, era un silencio molesto, Hiroyuki odiaba el silencio de aquella casa sobretodo cuando la lluvia caía por la ventana, no podía evitar recordar los momentos de frío en la calle, la forma en que lo miraban, la desaprobación era silenciosa como ese lugar.

Morinaga se sentaba en la sala a veces, se ponía a ver la televisión, Souichi nunca miraba la televisión si Morinaga lo hacia, Hiroyuki tampoco pues prefería pegarse a su ángel lo más que pudiera, evitando a toda costa quedarse a solas con Morinaga.

Souichi no decía nada, no miraba nada pero pensaba todo, miles de cosas cruzaban su cabeza, ver a Morinaga no lo hacia del todo feliz, la felicidad quedaba en segundo plano cuando se trataba de paz Morinaga no le daba paz, no podía entenderlo, el quería estar con él Morinaga le rechazaba, podía escucharlo acostarse a su lado muy tarde, Souichi no era capaz de dormir si no llegaba, sentía que no volvería y que mandaría un mensaje diciendo que se volvió a ir que luego regresaria como la ultima vez, Souichi no soportaría que no se despidiera pero ya no lo hacia, en las mañanas no estaba, y en la noche no le hablaba no quería que se diera cuenta que aún estaba despierto, hablarle a su familia era una forma de huir, podía pasar todo el día cocinando, no le gustaba cocinar salvo por las caras felices de sus amigos cuando les dio de comer, cocinar era más que tedioso aún más si la persona a la que le cocinaba comía fuera, nisiquiera preguntaba si habían comido, nisiquiera había notado que no había ido a la escuela desde hace un tiempo, ¿cuanto? Ya nisiquiera el mismo Souichi lo recordaba, la llamadas seguían llegando y el seguía ignorandolas.

Mientras él hablaba con su Tía, Hiroyuki hablaba con Kanako con un teléfono simple que le regalo Isogai antes de la llegada de Morinaga, hablan de muchas cosas que Souichi no entendía, decían nombres sin sentido, Souichi daba por hecho que hablan de música cuando escuchaba al joven cantar un pedazo.

Isogai, la última vez que le vieron no tenía demasiado pero ambos le extrañaban no decían nada por no incómodar al otro, aún así Isogai llamaba diario preguntando por mil cosas que Souichi no consideraba importantes, igual respondían, Souichi borraba el historial por miedo a que Morinaga lo notará pero él no podía estar menos interesado en ese celular.

Hiroyuki notaba que Souichi estaba adelgazando, estaba más pálido y a veces se encontrába con demasiado cabello en el cepillo, le molestaba ver la indiferencia con la que era tratado, como lo ignoraba, la nula preocupación, la falta de interés, como si no estuviera ahí, Souichi creía que tal vez no estaba ahí.

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