Insomio

137 23 51
                                    

Isogai saliendo del trabajo, agotado por tener que arreglar algunos asuntos respecto a su cambio, nostálgico por el cambio de domicilio tan radical que estaba tomando, extrañaba a sus amigos en especial a Kurokawa y a Tomoe, de verdad se lamentaba la decisión de su amigo de quedarse, y la suya de irse, pero al menos tenía otro amigo aquí, al menos había encontrado a Hiroyuki, sólo le entristecia la situación en la que los encontró.

Frente a la puerta, pensando primero que desearía tener llave o aún mejor llevárselos con él, ¿que podia hacer?.

Tocó la puerta ligeramente sólo para notar que se encontraba abierta, la empujó algo preocupado y se encontró con los dos a la mesa. Hiroyuki llorando en los brazos de Souichi recargando su cabeza en su pecho, limpiando las lágrimas en su rostro, Souichi sosteniendolo con fuerza, con los ojos cerrados, cerró la puerta tras él

-¿Qué pasa?

-¡Isogai!- grito Hiroyuki terminando el abrazo sentándose derecho y limpiando sus ojos.

Isogai se sentó frente a ellos algo preocupado, y muy confundido

-Isogai ¿Cómo te fue?

Souichi intento alejar la conversación, Isogai notó los vasos en la mesa, su confusión sólo crecía pero igual estaba cansado, así que se puso de pie dirigiéndose a la sala seguido por los otros dos

-Me fue bien, esta algo ajetreado pero bien... Es algo diferente a lo que estaba acostumbrado

-Claro que lo es, no esperabas que fuera igual

-No... ¿Qué le hiciste al niño?

-¡¿Por qué imaginas que le hice algo?!

-Tu reputación te precede

-¡No le hice nada!

-Es cierto, no te preocupes Isogai, sólo estoy sentimental

-Ya veo, Hiroyuki vámonos

-Pero...

-No tienen que irse, es tarde pueden quedarse aquí a dormir

-No lo creo, o es que te gusta nuestra compañía?

-La agradezco, si

-Creo que podemos quedarnos si hacemos unas palomitas o me dan helado

-No hay helado

-Pero, los vasos

-No hay helado para ti Isogai

-Cruel

-Niño ve por una manta así podemos ver lo que quieran cómodos, sabes donde están?
-Si!, voy, oye... ¿Puedo peinarte?

-Ah, si pero no tengo ligas

-¡No importa! Yo tengo

-Ajum, no quiero interrumpirlos en su conversación pero si quieres yo te puedo peinar a ti mientras tu peinas a Souichi

-¡Si! Gran idea Isogai!

-¿Somos niñitas que se trenzan el cabello entre ellas?

-No seas amargado Souichi, si no te gustarán esas cosas no lo tendrías largo

-No tiene nada que ver una cosa con la otra

-Igual podría yo peinarte a ti, tu puedes pienar a Hiroyuki

-¡Ni se te ocurra Isogai!

-Jajaja no te preocupes no tocaré tu cabello

Hiroyuki les dio la manta, se sentaron al sillón viendo una película escogida por el más joven, no dejaron que fuera Souichi quien la decidiera por que sospechaban terminarían aburridos por un documental. Así que comenzaron a peinarse, el niño lo hacia con mucho cuidado, adorando cada mechón que tomaba entre sus manos, Isogai término sólo cepillando el cabello del chico recordando que realmente no sabia peinar, así que se limitó a pasar el cepillo una y otra vez ante las burlas de Souichi.

Fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora