Vacío

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Las lágrimas se forzaron a salir, realmente su rostro estaba lleno de él rastro de ellas, seco, sin sentido, se estaba forzando demasiado, abrió los ojos al fin, lo primero que vio fue la puerta frente a él, la toco levemente, queriendo confirmar donde estaba.
Un suspiro, se puso de pie de manera trabajosa, sintiendo un dolor en las piernas, giro a la ventana que se encontraba abierta, pudo ver claramente las estrellas en el cielo, paso su mano por sus piernas sobandolas, entro en razón de que paso horas llorando en el suelo, quizás hasta quedo dormido ahí, hincado con la puerta. No, no estaba dormido, pero sin duda no recordaba las últimas horas, seco su rostro, dejando marcas de lágrimas viejas, a tientas en la oscuridad busco sus llaves, las encontró en el suelo, tomándolas salio.

En la calle hacia frío, era agotador, no era consiente del todo, pero podía ver los rostros sonrientes de los demás, ¿que pensarían de él?, ¿notarian sus ojos hinchados?, se sintió avergonzado miro el piso para evitar cualquier contacto, no podía regresar... Necesitaba urgentemente unos cigarrillos.

Entró, había más gente de lo usual, una fila, era molesto... Pero no tenia humor para quejarse siquiera.
Tomó una cajetilla.
La persona atendiendo era una joven, una chica que paso su mano peinandose con cuidado, ella le sonrió.

—Tatsumi, Buenas noches, ¿es todo lo que llevará?

La chica le volvió a sonreír, en ese momento se preguntó por que sabia su apellido, el no recordaba conocerla... Definitivamente no la conocía

—Si

Se dispuso a cobrar, el tembló un poco al escuchar la cantidad, palmeo sus pantalones, la miro nervioso, avergonzado

—Disculpa, creo que no traje lo suficiente, lo siento

—No se preocupe Tatsumi, puede llevarlo...

—¿Llevarlo? ¿Estás loca?

Aquello le molesto, era un acto descarado de lastima, humillante, probablemente notó su mirada, se sintió mal por él, no podía permitir aquello

—Oh, lo siento, no quiero ofenderlo, pero usted siempre compra aquí, puede pagarme después

—Eres tonta, es tu trabajo, se responsable

—Uh, pero se trata de usted, no tengo problema

—Nisiquiera me conoces

—¿Tatsumi? Soy...

—Si no te conozco entonces no te conozco

—Entiendo... Por lo menos acepté un cigarro

La joven saco una cajetilla de su propio pantalón, ya estaba abierta, la abrió y extendió para que tomará uno, pensó que lo mejor era negarse, pero realmente quería uno así que lo tomó bruscamente dándose la vuelta

—Gracias— dijo ya dirigiéndose a la salida

—¡Adiós!, Espero que vuelva pronto a la universidad Tatsumi Senpai...

Souichi salió, entonces recordó, esa chica era una estudiante aunque no sabia bien de que carrera, estaba seguro que no tenía nada que ver con la suya, quizá era amiga de alguien que si tenia que ver con él... No era importante.

De camino a casa con el cigarro en las manos se sintió avergonzado, la razón por la que no tenía dinero nisiquiera para cigarros era el haber dejado de ir a la escuela, no tenía hambre, lo único que quería era fumar.


Miro el cielo las nubes que pudo ver se extinguieron, recordó cuando caminaba al bar, ahora no había nubes, solamente estrellas en una inmensa oscuridad, agonizante.
Sintió que no sólo el cielo era abrumadoramente oscuro, sentía que sus pasos eran ligeros, que sus latidos apenas se escuchaban, se cuestionó si estaba vivo,.. Lo estaba, la gente lo miraba, la gente se quitaba cuando pasaba, estaba vivo pero no podía sentirse más muerto.

Fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora